MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) ha revelado, en la segunda fase del estudio Di@bet.es, que la prevalencia de la diabetes tipo 2 se sitúa en el 13,8 por ciento, lo que supone más de 4,5 millones de españoles, y una incidencia que aumenta hasta los 386.000 nuevos casos al año.
El próximo 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes. A diferencia de la diabetes tipo 1, en la que una reacción autoinmune provoca que las propias defensas del organismo ataquen a las células productoras de insulina del páncreas (la hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre), en la diabetes tipo 2 el organismo produce insulina, pero hay una baja respuesta de las células a la misma (resistencia a la insulina).
Esto, según CIBERDEM, hace que el páncreas deba producir aún más esta sustancia pero esta, con el tiempo, puede ser insuficiente. Estos pacientes, habitualmente, no requieren inyecciones de insulina, al menos al principio, como sí ocurre en la diabetes tipo 1 con inyecciones diarias para compensar el déficit de la misma.
"Al contrario de lo que se piensa, la diabetes tipo 2 puede prevenirse o retrasarse fácilmente. Es una enfermedad estrechamente vinculada a la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto, y por lo tanto, muy relacionada con el estilo de vida actual y los hábitos que hemos ido adquiriendo. De hecho, en el 80 por ciento de los casos, la aparición de esta enfermedad y sus consecuencias podrían evitarse o retrasarse con una dieta sana y el aumento de la actividad física", ha explicado el médico de Cinfa, Julio Maset.
En general, tanto la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2 afectan casi por igual a hombres y mujeres y pueden manifestarse a distintas edades, si bien la primera suele aparecer en la infancia o en la juventud, mientras que la de tipo 2 es más habitual a partir de los 40 años. "Es muy importante prestar atención a síntomas
como debilidad y cansancio extremo, orinar con demasiada frecuencia, hambre constante, sed excesiva, una pérdida repentina de peso o heridas que no se curan e infecciones recurrentes, que pueden indicar que se ha desarrollado la enfermedad", ha añadido Maset.
En este sentido, señala Cinfa, ambas enfermedades, con el tiempo, también pueden provocar daños en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios debido a ese exceso de azúcar en la sangre, lo que deriva, en ocasiones, en patologías tan graves como el infarto de miocardio, el derrame cerebral, la insuficiencia
renal, la retinopatía o el pie diabético.
Para evitar estas situaciones, Cinfa ha recomendado seguir diez consejos para convivir con la diabetes. En primer lugar, ha recomendado controlar de manera periódica los niveles de glucemia, tensión arterial y colesterol, también insiste en la importancia de realizar ejercicio físico, contar con una buena alimentación, mantener un horario de comidas regular y ser precavido con el azúcar.
Además, aconseja llevar siempre azúcar para desaparecer la hipoglucemia, seguir las pautas del tratamiento, acudir a revisiones oftalmológicas regulares, cuidar y revisar los pies y, por último, no fumar ni beber alcohol.