Colocaba un 'bolígrafo espía' con cámara oculta y tarjeta de memoria entre las batas antes de que las mujeres entraran al vestuario
SEVILLA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha detenido a un médico de una clínica de la localidad sevillana de Utrera acusado de cometer un supuesto delito contra la intimidad, tras descubrir que grababa a sus compañeras de trabajo mientras se cambiaban de ropa en los vestuarios del citado centro médico y almacenaba las imágenes. Para ello, el detenido se servía de un 'bolígrafo espía', con cámara oculta y tarjeta de memoria, que colocaba en una de las batas del vestuario para que pasara desapercibido.
Según el Instituto Armado, los investigadores tuvieron conocimiento de estos hechos cuando en una empleada y la propia directora del centro denunciaron la situación. Ambas manifestaron haber encontrado un bolígrafo provisto de cámara oculta en el interior de la habitación en la que habitualmente se cambiaban de ropa las empleadas de la clínica, tanto al principio como al final de la jornada de trabajo.
Concretamente, este bolígrafo fue descubierto por un médico, que lo encontró en el bolsillo de una bata blanca que estaba colgada de una percha del vestuario. Tras inspeccionar este artilugio, que aparentaba ser un bolígrafo normal, el facultativo pudo comprobar que se trataba de un 'bolígrafo espía', ligeramente más ancho y en cuya memoria se almacenaban las grabaciones de la cámara oculta que poseía en la parte superior lateral del capuchón.
VISUALIZACIÓN DE LAS IMÁGENES
Después de identificar el objeto, el médico alertó a sus compañeras de trabajo, quienes visualizaron en el momento el contenido que almacenaba su memoria. Fue entonces cuando descubrieron imágenes de ellas mismas y de otras compañeras cambiándose de ropa en esta habitación. Ante estas grabaciones, decidieron denunciar los hechos ante la Guardia Civil, cuyos agentes iniciaron una investigación que permitió la identificación del presunto dueño del bolígrafo y responsable de los hechos. Inmediatamente, la Benemérita le detuvo por un delito contra la intimidad.
Esta investigación también permitió concluir que el detenido colocaba el artilugio entre las batas blancas y ropas colgadas en los percheros unos minutos antes de que el personal femenino entrara a cambiarse, con el objetivo de evitar ser descubierto. Posteriormente, retiraba el bolígrafo con las imágenes grabadas cuando las mujeres abandonaban el vestuario.