MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), el Instituto Max Planck de Química Biofísica en Göttingen (Alemania) han desvelado el funcionamiento del reloj circadiano de las glándulas adrenales para mantener en sincronía sus ritmos metabólicos y fisiológicos. Las conclusiones del estudio, realizado en ratones, se publican en la revista 'Cell Metabolism'.
Las glándulas adrenales se encuentran asentadas sobre cada riñón, donde liberan hormonas esteroides conocidas como corticoides, que incluyen las hormonas adrenalina y cortisol que están asociadas con el estrés. Los corticoides influyen en la respuesta al estrés, el metabolismo, el equilibrio mineral y la reproducción.
En un estudio en ratones, los investigadores descubrieron que el reloj adrenal actúa como una "puerta" que modula la cantidad de corticosterona, el equivalente al cortisol en ratones, segregada en respuesta a otros indicios hormonales controlados por el reloj maestro del organismo.
Según Henrik Oster, de la Universidad de Oxford, el reloj adrenal es particularmente interesante ya que los corticoides adrenales han sido implicados en la sincronización de relojes secundarios y se ha demostrado que controlan los ritmos metabólicos en muchos otros órganos, incluyendo el hígado, riñones y cerebro. "Hemos identificado un mecanismo que llena el vacío entre las oscilaciones genéticas del reloj periférico y el control de los ritmos fisiológicos dependientes de corticoides en la glándula adrenal y posiblemente en otros muchos órganos.
Los científicos descubrieron que la mayoría de los genes circadianos exhiben un patrón circadiano de actividad en la glándula adrenal. Los genes circadianos fueron fuertemente expresados de forma específica en las capas externas de la glándula adrenal responsables de la producción de corticoides. Los descubrimientos ofrecieron evidencias de la presencia de relojes circadianos periféricos en las glándulas adrenales.
Para descubrir cómo funcionan estos relojes, los investigadores primero trataron secciones de tejido adrenal de ratones normales y ratones carentes de genes circadianos críticos en diferentes momentos de tiempo. Mientras que el tejido adrenal normal liberó cantidades variables de corticosterona en respuesta a la hormona adrenocorticotropina (ACTH) en diferentes momentos del día, el tejido mutante siempre liberó niveles básicos de la hormona. La liberación de ACTH por la glándula pituitaria en la base del cerebro es dirigida por una tercera hormona que es activada por el reloj maestro del organismo.
Los experimentos orgánicos en cultivo sugirieron que las glándulas adrenales contenían un reloj circadiano que define o filtra un momento temporal durante el que las glándulas responden de forma más eficaz a la ACTH, señala Oster. "El reloj adrenal no parece dirigir el ritmo por sí mismo sino que regula la sensibilidad de la glándula a los estímulos externos", indica Oster. "El mecanismo de modulación proporciona un nivel de precisión para estabilizar los ritmos circadianos de la fisiología".
Los investigadores realizaron estudios trasplantando relojes mutantes en las glándulas adrenales de ratones normales y glándulas adrenales normales en ratones mutantes que reafirmaron la noción de que el reloj adrenal determina la sensibilidad a la ACTH. Bajo condiciones de constante oscuridad, sin embargo, los ratones con las adrenales normales que carecían del reloj maestro perdieron por completo el ritmo de liberación de corticosterona, indicando que las glándulas adrenales por sí solas no sostienen el ritmo a menos que exista luz.