MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Científico San Rafael en Milán (Italia) han desvelado el mecanismo de funcionamiento de dos moléculas, la ERK1 y ERK2, que intervienen en el desarrollo de los tumores humanos. Las conclusiones del estudio se publican en la revista 'Journal of Biology'.
Según los científicos, la kinasa ERK1 puede inhibir la proliferación celular al intervenir en la actuación de la kinasa ERK2. ERK1 y ERK2 son componentes cruciales de la cascada de señales que media en el funcionamiento de los oncogenes Ras, un tipo importante de oncogenes que participan en el desarrollo de muchos tumores humanos.
En ausencia de ERK1, ERK2 muestra una mayor actividad y promueve tanto la proliferación celular normal como la que depende de Ras. En contraste, los mayores niveles de ERK1 en las células disminuyeron la tasa de proliferación, especialmente cuando las oncoproteínas Ras están activadas. Estos descubrimientos desmienten la suposición de que ERK1 y ERK2 tienen el mismo funcionamiento y que son por completo intercambiables. Esto sugiere que el mecanismo que controla la proliferación celular y la malignidad es más complejo de lo que se pensaba.
Los científicos utilizaron el redireccionamiento genético y técnicas de ARN de interferencia para inhibir las kinasas ERK1 y ERK2 en células de ratones. Sus resultados muestran que la inhibición de ERK1 aumenta la actividad de ERK2 y promueve la proliferación celular. En contraste, la desactivación de ERK2 casi eliminó por completo la proliferación celular.
Según los científicos, las células tumorales de ratón que expresan ERK1, pero no ERK2, a niveles más altos que los vistos en las células tumorales, se desarrollan en muchos tumores pequeños cuando se trasplantan a ratones vivos. Las células que expresan sólo la proteína Ras se desarrollan en tumores mucho más grandes y la expresión en exceso de ERK2 no afecta al tamaño de los tumores.
Los autores proponen que ERK1 y ERK2 compiten para unirse a otras moléculas reguladoras del mecanismo de señales. Sus niveles de actividad y expresión podrían ser modulados de forma acertada para asegurar una proliferación celular normal.