MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) desvelan esta semana en la edición digital de la revista 'Nature' el procesamiento neuronal de los aromas esenciales. Los científicos han descubierto que la atracción y repulsión ante los aromas se controla en centros neuronales individuales en vez de en un conjunto de ellos.
Cada aroma distintivo activa varios tipos de neuronas olfativas en la mosca de la fruta 'Drosophila'. Estas neuronas olfativas se agregan alternativamente en centros neuronales distintivos, las llamadas glomérulas. Un aroma activa numerosas glomérulas dependiendo de su complejidad. Sin embargo, se desconoce el patrón de glomérulas necesario para procesar aromas innatos, como el vinagre, que desencadenan una respuesta de conducta no aprendida.
Los científicos, dirigidos por Jing W. Wang, crearon moscas de la fruta con variaciones genéticas que permitían a los científicos activar glomérulas individuales mientras que el resto se desactivaban. Las moscas de la fruta con sólo una glomerular activada se exponían a bajas concentraciones de vinagre de sidra de manzana.
Los científicos descubrieron que las moscas de la fruta modificadas genéticamente eran atraídas por el aroma del vinagre de igual forma que las de origen salvaje. Según los autores, esto muestra que en el caso de algunos aromas, una glomérula es suficiente para procesar la esencia.
Después, los autores activaron una segunda glomerular y expusieron a las moscas a concentraciones más elevadas de vinagre. Descubrieron que esta segunda glomérula es suficiente para volver un aroma agradable en uno repulsivo a medida que la intensidad del olor aumenta.