MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Wake Forest en Winston-Salem (Estados Unidos) han desvelado cómo un fármaco para la obesidad, el orlistat, se une e interactúa con una proteína en las células tumorales. El fármaco bloquea el funcionamiento de la proteína y causa la mortalidad de las células. En la actualidad los investigadores están estudiando posibles componentes que actúen sobre la proteína de la misma forma que lo hace orlistat, de encontrarlos su efecto podría ser doble al combatir el cáncer y la obesidad. Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de la revista 'Nature Structural and Molecular Biology'.
El proyecto comenzó hace cinco años cuando el equipo de investigación de Steven Kridel descubrió que una proteína conocida como ácido graso sintetasa se expresaba en niveles elevados en las células del tumor de próstata y que está ausente en las células normales. Otra investigación mostró que la proteína se encuentra en muchas células tumorales incluyendo las de cáncer, colon, ovario, hígado, pulmón y cerebro.
Kridel explica que los altos niveles de ácido grasa sintetasa están asociados con una peor progresión de la enfermedad, lo que la convierte en una gran diana terapéutica. "Es una estupenda diana ya que en teoría no hay que preocuparse de que dañe el tejido sano cercano", señala Kridel.
Sin embargo, el fármaco no puede ser utilizado por sí mismo como un tratamiento anticancerígeno debido a que aunque en el laboratorio elimina las células cancerígenas, en humanos está diseñado para actuar sólo en el tracto digestivo.
Comprender la interacción entre el fármaco y la proteína es esencial para el diseño de nuevos fármacos, señalan los autores. Para ello, los investigadores han utilizado una técnica conocida como cristalografía de rayos X y han conseguido una imagen tridimensional de la interacción entre el fármaco y la proteína.
Según los investigadores, el objetivo es desarrollar un fármaco similar a orlistat que pueda alcanzar el flujo sanguíneo y dirigirse al lugar del tumor. Una vez que los investigadores realizaron el análisis tridimensional de la interacción entre fármaco y proteína, comenzaron a analizar cientos de miles de componentes para identificar los que interactúan con las células cancerígenas de la misma forma que lo hace orlistat.
Los científicos han acotado la lista de posibilidades a una docena y ahora trabajarán para optimizar los componentes con la esperanza de desarrollar nuevos tratamientos más eficaces. Los fármacos serán primero evaluados en animales y más tarde en humanos.
El ácido graso sintetasa se encuentra también en las células grasas, lo que sugiere que si los científicos tienen éxito en el desarrollo de un fármaco anticancerígeno también podría ser un fármaco eficaz contra la obesidad.