MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La deshidratación es la causa de una de cada cinco visitas de ancianos al hospital durante el verano, explican los expertos de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG). Ante ello, recomiendan aumentar en medio litro el consumo de líquido habitual como medida preventiva.
El presidente de esta sociedad científica es el Juan Macías, que considera que la ingesta de líquidos "no tiene por qué ser únicamente agua". Para él, "es conveniente incluir en la dieta zumos, caldos, preparados licuados de verduras y frutas, granizados, helados o gelatinas".
En su opinión, estas medidas son importantes, ya que algunas de las causas que favorecen la deshidratación "no son del todo conocidas por este sector de la población", señala. Estos son "los cambios anatómicos y funcionales en el riñón, la posible interacción de fármacos con nutrientes, la absorción de minerales, la disminución de los sistemas homeostáticos y la toma de diuréticos o laxantes", indica.
Por ello, el doctor Macías cree que "debe tenerse en cuenta la situación general del paciente antes de recomendarle, por ejemplo, reducir el consumo de sal". En este sentido, considera que la reducción del consumo del cloruro sódico "debe hacerse bajo prescripción facultativa".
Sin embargo, las recomendaciones de los profesionales sanitarios van más allá de la dieta. De esta forma, aconsejan extremar el cuidado frente al sol y utilizar cremas de alta protección. Además, practicar ejercicio físico moderado a primera hora de la mañana o al caer el sol "puede ser ideal", sostiene el presidente de SEMEG.
Todos estos consejos están recogidos en el Plan de Alerta y Prevención de los Efectos sobre la Salud de las Olas de Calor que las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas españolas han puesto en marcha desde el pasado 15 de junio hasta el mismo día del mes de septiembre.