BARCELONA 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Servicio de Epidemiología y Registro del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y uno de los descubridores de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), Xavier Bosch, defendió hoy que no hay motivos para la "alarma ni para detener ningún tipo de vacunación", después de los efectos adversos que han sufrido dos adolescentes valencianas tras recibir la segunda dosis de la vacuna.
En declaraciones a Europa Press, señaló que la actitud que cabe ante los casos de Valencia es la de "precaución" y "documentación" ante la "sospecha" de que la vacuna haya podido causar mareos, convulsiones, que les han obligado a ingresar en la UCI del Hospital Clínico de Valencia. Según remarcó Bosch, la vacuna, comercializada por Sanofi Pasteur MSD bajo el nombre 'Gardasil', "ha pasado por unos controles de calidad muy grandes", y del lote sospechoso, el NH52670, se han distribuido hasta 200.000 vacunas que "prácticamente se han agotado".
Remarcó que hasta el momento no se había dado ninguna reacción similar, teniendo en cuenta que se han distribuido por el mundo 30 millones de dosis de la vacuna preventiva del cáncer de cuello de útero. Mareos y afectación local en el primer y segundo día de la vacunación pueden ser efectos normales tras cualquier vacunación, remarcó. "Sin un diagnóstico claro de los médicos es difícil opinar", porque "las niñas podrían sufrir una enfermedad subyacente que ni siquiera supiera su familia", sugirió, a la vez que añadió que "el niño que tiene una crisis convulsiva el primer día no lo había tenido nunca".
Respecto a la decisión de paralizar las vacunaciones en la Comunidad Valenciana e inmovilizar las vacunas del lote afectado, destacó que es la reacción sanitaria habitual que se toma ante este tipo de situaciones para reanalizar la vacunas y garantizar la seguridad.