MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos han descubierto que ciertas variantes genéticas de una molécula asociada con la coloración de la piel elevan el riesgo de cáncer. Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de la revista 'Science'.
Los daños por exposición solar son un factor de riesgo bien conocido para el cáncer de piel entre las personas de pieles claras, pero la pregunta que se hacen los expertos es qué factores intervienen en los melanomas que se desarrollan sin provocar daños significativos en la piel.
Los científicos muestran en su estudio que las personas con pieles claras que heredan variantes de un receptor de pigmento tienen un mayor riesgo de desarrollar melanomas con mutaciones en el gen cancerígeno BRAF.
El oncogen BRAF está asociado con melanomas que se producen con pequeñas lesiones crónicas de la piel. Los científicos sugieren que variantes del receptor melanocortina-1, que puede conducir a una piel clara, pecas y pelo rojo, aumentan el riesgo de melanomas BRAF en personas sin lesiones de la piel crónicas, aunque se desconoce el mecanismo que vincula estas dos variantes genéticas.