MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Carolina del Norte han identificado y establecido la sustancia del zumo de pomelo que causa interacciones dañinas con ciertos medicamentos. La investigación, que indica que los responsables de tales efectos secundarios perjudiciales son los furanocoumarinos, se publica en la revista 'American Journal of Clinical Nutrition'.
Los expertos explican que durante casi una década, los doctores y farmacéuticos han recomendado evitar el zumo de pomelo si se tomaban ciertos medicamentos, incluyendo algunos fármacos que controlan la presión sanguínea o los que reducen el colesterol. Investigaciones han mostrado que el zumo de pomelo puede causar que una mayor cantidad de estos fármacos entren en el flujo sanguíneo dando lugar a efectos secundarios indeseables e incluso peligrosos.
Los fármacos a los que afecta el zumo de pomelo suelen tener alguna dificultad para entrar al organismo después de su consumo debido a que una enzima intestinal, la CYP3A, los destruye parcialmente a medida que son absorbidos. El zumo de pomelo, pero no otro tipo de zumos muy consumidos, inhibe esta enzima, permitiendo que una mayor cantidad de estos fármacos entren en el organismo.
Aunque originalmente se asumió que los ingredientes responsables de las interacciones de los fármacos eran los flavonoides que aportan al zumo de pomelo su sabor amargo, el nuevo estudio muestra que un grupo de componentes químicos llamados furanocoumarinas es probablemente el verdadero responsable de dichas interacciones negativas entre fármacos y zumo de pomelo.
Para determinar si los furanocoumarinos eran los responsables de tales interacciones, los científicos trabajaron con científicos del Departamento de Florida de Cítricos para eliminar de forma selectiva sólo estos componentes del zumo. Los investigadores estudiaron entonces el efecto del zumo completo frente al de aquel privado de furanocoumarinos sobre la absorción de la felodipina, un fármaco para la hipertensión que interactúa con el zumo de pomelo. Los científicos descubrieron que al eliminar los furanocoumarinos del zumo de pomelo se eliminaba por completo tal interacción.
En el estudio participaron 18 voluntarios sanos que tomaron 10 miligramos de felodipina con cada tres zumos distintos: de naranja, de pomelo, y el de pomelo sin los furanocoumarinos. Los investigadores tomaron muestras sanguíneas a las 24 horas para medir los niveles de felodipina en sangre. Entre los distintos tratamientos con cada tipo de zumo transcurría una semana.
El estudio descubrió que en contraste con el zumo de pomelo completo, el que no tenía los furanocoumarinos funcionaba como el zumo de naranja y no causaba interacción con la felodipina.
Según los científicos, los resultados del estudio tienen implicaciones prácticas como la posibilidad de la existencia en el mercado de zumos de pomelo sin este componente que puedan tomar los pacientes tratados con este tipo de fármacos. Además, podrían analizarse otros alimentos por si contuvieran furanocoumarinos y así evitar sus posibles interacciones con fármacos. Por último, podría añadirse este componente a formulaciones de ciertos fármacos que tienden a ser mal absorbidos por el organismo.