MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Odontología de Harvard, en Estados Unidos, han descubierto los secretos moleculares que esconde el extracto de raíz --comúnmente conocido como 'Chang Shan'-- de un tipo de hortensias que crecen en el Tíbet y Nepal, que desde hace aproximadamente dos mil años es utilizado en los herbolarios chinos para tratar la malaria.
Estudios recientes habían sugerido que la halofuginona (HF), un compuesto derivado del ingrediente bioactivo este extracto, podría ser utilizada para tratar muchos trastornos autoinmunes. Ahora, un estudio publicado en 'Nature Chemical Biology' ha descifrado los secretos moleculares que subyacen al poder de este extracto de hierbas. El estudio ha involucrado a un equipo interdisciplinario de investigadores del Massachusetts General Hospital y otros centros.
Resulta que la halofuginona desencadena una vía de respuesta al estrés que bloquea el desarrollo de una clase perjudicial de células inmunes, llamadas células Th17, implicadas en muchos trastornos autoinmunes. Según Malcolm Whitman, profesor de Biología del Desarrollo en la Escuela de Odontología de Harvard, y autor principal del nuevo estudio, "este compuesto podría inspirar nuevos enfoques terapéuticos para una variedad de enfermedades autoinmunes".
"Este estudio es un ejemplo interesante de cómo el mecanismo molecular de la medicina herbaria tradicional puede aportar nuevos conocimientos sobre la regulación fisiológica, y nuevos enfoques para el tratamiento de las enfermedades", afirma Tracy Keller, que trabaja en el laboratorio de Whitman. Investigaciones previas habían mostrado que la HF reduce cicatrices en el tejido, la esclerodermia (endurecimiento de la piel), la esclerosis múltiple, la formación de cicatrices e, incluso, la progresión del cáncer.
Los científicos han observado, recientemente, el papel de la detección de la vía de nutrientes-AAR en la regulación inmune y la señalización metabólicas; y también hay pruebas de que puede extender la vida útil y retrasar las enfermedades inflamatorias relacionadas con la edad en estudios en animales sobre la restricción calórica. AAR permite a las células saber cuándo necesitan preservar sus recursos, por ejemplo, cuando una célula detecta una cantidad limitada de aminoácidos para construir proteínas, AAR bloquea las señales que promueven la inflamación, debido a que los tejidos inflamados requieren gran cantidad de proteínas.
Para el estudio actual, los investigadores estudiaron cómo HF activa la vía de la AAR, estudiando el proceso más básico que las células utilizan para traducir el código de un gen de ADN en la cadena de aminoácidos. Los investigadores fueron capaces de aislar un solo aminoácido, llamado prolina, descubriendo, entonces, que la HF dirige e inhibe una enzima (la tRNA-sintetasa EPRS) responsable de la incorporación de prolina en las proteínas que normalmente la contienen, cuando esto ocurre, la respuesta de AAR se hace presente, produciendo los efectos terapéuticos del tratamiento con HF.
Proporcionar prolina suplementaria invirtió los efectos de la HF en la diferenciación de células Th17, mientras que la adición posterior de otros aminoácidos no lo hizo, estableciendo la especificidad de la HF para la incorporación de prolina.
La prolina añadida también invirtió otros efectos terapéuticos de la HF, inhibiendo su eficacia contra el parásito de la malaria, así como ciertos procesos celulares relacionados con la cicatrización tisular. De nuevo, la suplementación con otros aminoácidos no tuvo efecto. Tales pruebas muestran claramente que la HF actúa específicamente para restringir prolina.
Los investigadores creen que el tratamiento con HF imita la privación celular de prolina, que activa la respuesta de AAR y, posteriormente, afecta a la regulación inmune. "Sin embargo, la vía AAR es claramente un objetivo farmacolóico interesante, y la HF, además de sus usos terapéuticos potenciales, es una poderosa herramienta para el estudio de esta vía", concluyen los investigadores.