MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Clínica Mayo de Jacksonville, en Florida (Estados Unidos), han probado con éxito una novedosa estrategia para tratar la diabetes tipo 2 que consiste en bloquear la descomposición de la insulina después de que haya sido secretada desde el páncreas, según los resultados de un estudio que publica la revista 'PLoS One'.
En la diabetes tipo 2, el cuerpo no responde eficientemente a la insulina, una hormona que controla el azúcar en la sangre y, para compensar esta insensibilidad a la insulina, muchas terapias para la diabetes trabajan estimulando los niveles de insulina.
Sin embargo, en esta ocasión, este equipo de científicos ha logrado un acercamiento diferente que "también podría ser efectivo" para tratar la diabetes.
"Los niveles de insulina en la sangre reflejan el balance entre cuánto es secretada y lo rápido que se descompone", reconoce el doctor Malcolm A. Leissring, autor del estudio, quien apunta que "así se consigue lograr el mismo objetivo que muchas terapias existentes para la diabetes".
Los investigadores probaron este nuevo método en ratones en los que la enzima degradadora de la insulina (IDE, en sus siglas en inglés) fue eliminada o borrada genéticamente.
Comparados con ratones normales, se observó que estos ratones sin IDE tenían más insulina en general, pesaban menos y eran más eficientes en el control del azúcar en la sangre.
Como reconoce Leissring, son "super ratones" dada a su habilidad para disminuir su azúcar en la sangre después de una comida, proceso que está interrumpido en la diabetes.
Estos descubrimientos sugieren que los fármacos que inhiben la IDE podrían ser de utilidad para tratar la diabetes y, a raíz de este hallazgo, ahora están trabajando activamente en el desarrollo de terapias que puedan ser efectivas en estos casos.
"La razón por la que estudiamos la eliminación de IDE en ratones fue para intentar comprender si los inhibidores de IDE podrían ser útiles para tratar la diabetes", explica el doctor Samer Abdul-Hay, coautor del estudio.
No obstante, reconocen que el efecto de borrar toda la IDE de los ratones es "tan fuerte" que, a pesar de ser "super ratones", se observó que hay casos en que, a medida que se les iba eliminando esta enzima, iban envejeciendo lentamente. De hecho los más viejos sí acababan desarrollando diabetes tipo 2.
"Es un ejemplo de cómo el exceso de algo muy bueno puede transformarse en algo malo", advierten los expertos, que no obstante no dudan en asegurar que sus hallazgos tendrán implicaciones interesantes para entender cómo se inicia la diabetes.