MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Infantil de Boston (Estados Unidos) han descubierto que la estimulación de determinadas moléculas del sistema inmune de los recién nacidos podría aumentar la potencia de sus defensas aún no desarrolladas al completo. Las conclusiones de su estudio se publican en la edición digital de la revista 'Blood'.
Los expertos explican que los bebés recién nacidos tienen sistemas inmunes no desarrollados, lo que los convierte en muy vulnerables a infecciones graves y en incapaces de desarrollar una respuesta inmune eficaz para responder ante la mayoría de las vacunas, por lo que fracasan los intentos de protegerlos. Los científicos creen que han encontrado una forma para mejorar el sistema inmune al nacer y robustecer las respuestas de los recién nacidos ante las vacunas.
Los científicos muestran en su trabajo que el funcionamiento del sistema inmune de los recién nacidos es diferente al de los adultos, pero que una parte de esta respuesta inmune es funcional al completo y puede ser fortalecida para aumentar la inmunidad en estos bebés, convirtiendo posiblemente infecciones como la del virus respiratorio sincitial, el neumococo, la tosferina, el VIH y el rotavirus mucho menos que una amenaza.
Los expertos explican que durante una década se ha pensado que la primera línea de defensa de las personas contra la infección es un grupo de receptores conocidos como receptores similares a Toll (TLR, según sus siglas en inglés) sobre la superficie de ciertos glóbulos blancos. Funcionando como un radar del sistema, los TLR detectan la presencia de bacterias y virus invasores y desencadenan la producción de señales de peligro, proteínas conocidas como citoquinas que activan otras células inmunes para organizar la defensa contra la infección. Las personas tienen diez tipos diferentes de TLR y los científicos decidieron analizar cómo funcionaban en los recién nacidos estudiando glóbulos blancos de la sangre del cordón.
Los científicos descubrieron que un TLR, conocido como TLR8, desencadenó una respuesta inmune fortalecida en un grupo de glóbulos blancos, llamados células presentadoras de antígeno, que es crucial para las respuestas a las vacunas. Cuando los TLR8 fueron estimulados por varios agentes que imitan antígenos virales, las células produjeron niveles adultos normales de dos citoquinas clave, TNF-alfa y IL-12, y otro estimulante del sistema inmune, el CD40.
"Estos descubrimientos sugieren que agentes que estimulan los TLR8 podrían utilizarse para aumentar las respuestas inmunes en los recién nacidos, quizás como adyuvantes proporcionados junto con las vacunas", explica Ofer Levy, autor principal del estudio. Los investigadores planean probar este método en animales y a la larga en bebés humanos.
En principio, los estimuladores de TLR8 podrían también ser proporcionados en solitario en circunstancias especiales para ayudar a los bebés a combatir una infección en progreso, o como una medida preventiva en el caso de una epidemia o una amenaza bioterrorista, añade el investigador.