Descubren un marcador que consigue anticipar las complicaciones por bronquiolitis en niños

Investigación bronquiolitis
EL HOSPITAL NIÑO JESUS
Actualizado: domingo, 28 julio 2013 14:25

MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús en Madrid han descubierto un nuevo uso para la proteína del receptor en productos de glicosilación avanzados (AGEs), una molécula ya descrita como marcador en enfermedades crónicas, que ahora ha demostrado ser muy útil para anticiparse a las complicaciones por bronquiolitis en el niño, permitiendo el pronóstico de la gravedad clínica y, en consecuencia, facilitando la atención temprana.

"Esta proteína que se encuentra en sangre lo que hace es frenar inflamación, su modificación en los procesos infecciosos hablaría de la capacidad que tiene el paciente de poner en marcha sus defensa y su freno", explica a Europa Press el doctor Alberto García Salido, quien coordina esta investigación junto al también pediatra Gonzalo Oñoro.

Se trata de una investigación novedosa, tanto por el área que trata como por la tecnología que usa, ya que trabaja con la citometria de flujo para diagnosticar infecciones y su posible etimología; que a través del marcador los investigadores son capaces de anticiparse a las complicaciones del paciente porque define la gravedad de la bronquiolitis.

Concretamente, estudia mediadores en procesos inflamatorios de las infecciones graves. Esta proteína no solo se busca en sangre, "intentamos marcar las células sanguíneas para ver cuáles tienen está proteína en su superficie porque lo que queremos ver es si las células tienen balas con las que disparar el freno de la inflamaciones".

La bronquiolitis es la enfermedad respiratoria más frecuente y grave de los niños pequeños, causante de un gran número de las hospitalizaciones en las UCI periatricas puede causar en una neumonía si no se atiende correctamente.

"La bronquiolitis desarrolla ingresos con alta prevalencia. En niños es muy frecuente y se desencadena por una infección vírica que además es epidemia en niños menores de 24 meses, sobre todo de diciembre a finales de febrero", advierte recordando que en este periodo el centro hospitalario atiende innumerables ingresos por esta infección.

El problema, añade, "es que cuanto más pequeños son más problemas tienen en la evolución de la enfermedad y muchos de ellos acaban en cuidados intensivos". Teniendo en cuenta, por tanto, que la bronquiolitis supone quizá el 70 por ciento de los ingresos en niños en cuidados intensivos en esa época del año, se hace necesaria una estrategia de abordaje.

"Con esta investigación hemos aprendido mucho no solo de estos marcadores", aunque el descubrimiento inmediato es que se han demostrado que los valores de la proteína se relacionan con el número de días del ingreso y, sobre todo, con la asistencia respiratoria que necesitan.

A largo plazo, el trabajo puede suponer el uso de la proteína sintética como tratamiento; de hecho ya se está usando en otras patologías como la retinopatía de pacientes diabéticos, asimismo se ha testado ya en un modelo animal, concretamente en ratones, a los que se les ha inyectado la proteína tras provocarles una broquiolitis, con muy buenos resultados inicial.

OTRAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

El proyecto, que empezó en el año 2012 y finalizará el próximo año, realmente se inició con la búsqueda de marcadores en neumonía, para ello se seleccionaron niños sin enfermedad para ver los valores de esta proteína en sangre y células; sin embargo en el camino se les cruzó ampliar la investigación a la bronquiolitis.

"Elegimos una enfermedad muy proclive en pediatría como son las neumonías, que son la primera causa de mortalidad infantil en el mundo a nivel global", con el objetivo de discriminar si había un marcador que permitiera predecir si se trata de una infección vírica o bacteriana, para más tarde hacer un control de la evolución, para abordar el tratamiento, complicaciones y días de hospitalización.

En estos momentos se están incluyendo pacientes con neumonía, de los que ya han conseguido 55 niños, sin embargo es un trabajo laborioso ya que los pacientes que ingresan en la UCI de niños por neumonía es muy pequeño.

No sin pudor, el doctor García Salido afirma que los resultados conseguidos hasta ahora son muy positivos, aunque todo apunta que podría significar un paso gigante para avanzar en el tratamiento de estos pacientes, ya que gracias a los resultados obtenidos hasta ahora ya son capaces en el laboratorio sin saber la clínica del niño intuir el tipo de neumonía que tiene.

La neumonía dio paso a la investigación en bronquiolitis, esto les mostró el camino de otras infecciones respiratorias y, a poner en marcha el estudio de este marcador en fibrosis quística, de ahí al investigar más se ha descubierto que el AGEs se esta estudiando en Japón en adultos para el fallo de trasplante de pulmón, abriéndose una nueva vía.

Además han abierto otro proyecto de investigación dirigido a la sepsis, que ha obtenido la Beca Francisco Ruza de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), y, dentro de ella, se va a estudiar a los menores de tres meses.

"La sepsis es lo peor y lo que más miedo da en pediatría son los menores de tres meses con sepsis, porque su sistema inmune es inmaduro, no están vacunados, y su sistema es incapaz de contener la infección donde se origina", explica.

En estos casos los protocolos que se manejan en el tratamiento son claros y facilitan al médico su abordaje, sin embargo se rigen por escalas de valoración que no se han actualizado en los últimos años. La actualización también conlleva un proceso, ya que para incluir nuevos datos hay que trabajar sobre niños y, explica, "no sería correcto ponerse a investigar sobre niños de tres meses".

Sin embargo, se ha planteado a los servicios de urgencias pediátricas la posibilidad de integrar la citometría de flujo para ver si estos niños se pueden beneficiar de esta técnica; asimismo, García Salido se plantea en el futuro llevar la investigación al paciente oncológico en pediatría, ya que están inmunodeprimidos y esto abre la puerta a muchas infecciones respiratorias, complicando el tratamiento.

INVESTIGACIÓN LLEVADA AL PACIENTE

Este estudio muestra lo importante que es realizar la investigación clínica cerca del paciente, ya que 'in situ' se puede ver los resultados de los hallazgos, guiando el trabajo de los investigadores apoyado directamente por los médicos. "No solo trabajamos con los experimentos en el laboratorio, recopilamos también datos clínicos al ingreso, durante la evolución y al alta, con el objetivo de integrar la clínica con lo que hacemos en el laboratorio", afirma.

No obstante, apunta, esto es más fácil de realizar en hospitales como el Niños Jesús donde por su tamaño, más reducido que otros centros de referencia, hace que el acceso a la información clínica este muy disponible y el 'feedback' con lo biólogos sea directo, así como con el paciente.

"Esto permite ver de manera muy dinámica con cada pacientes y correlacionarlo con lo que vemos en el laboratorio hasta el punto de que yo puedo hacer un experimento a las a las 8 horas de ingreso, hablar con el médico que lo lleva e informarle del tipo de infección que es, qué tratamiento le puede servir y si puede darle complicaciones", añade.

El problema para seguir todas las líneas de investigación abiertas es la financiación, concretamente este estudio necesita para los tres años de trabajo 100.000 euros, esto supone que "es barato y el benéfico a largo plazo es mayor, ya que si esto cambia el tratamiento de la neumonía, y que los niños en vez de estar cinco días ingresados estén tres eso es una pasta para el hospital.