MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una región del cerebro llamada la ínsula es parte destacada de la adicción al tabaco y los daños en esta estructura pueden eliminar por completo la necesidad de fumar del organismo, según un estudio de las Universidades de Iowa y California del Sur en Los Ángeles (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Science'.
Los resultados de la investigación podrían conducir a terapias para ayudar a los fumadores a dejar el hábito o para controlar el progreso mientras se utilizan las terapias existentes. La ínsula recibe información de otras partes del organismo y se cree que ayuda a traducir esas señales en lo que sentimos de forma subjetiva.
Según los autores del estudio, la mayor parte de la inspiración para desarrollar este trabajo procede de un paciente con daños cerebrales que participaba en el programa de investigación y que fumaba 40 cigarrillos al día cuando sufrió un ictus que dañó su ínsula. Después del ictus, este paciente señaló que su organismo había olvidado la necesidad de fumar y que había dejado el hábito sin esfuerzo.
Los autores estudiaron entonces a 69 pacientes con daño cerebra que habían sido fumadores cuando se produjeron los daños. Diecinueve de estos pacientes tenían lesiones entre las que se encontraban daños en la ínsula. Trece de los pacientes con daños en esta zona habían dejado de fumar y doce de ellos lo habían hecho de forma fácil y rápida.
Algunos de los pacientes con otras formas de daño cerebral también dejaron de fumar sin esfuerzo, pero en global, los pacientes que lo habían dejado fácilmente eran más propensos a tener daños en la ínsula en vez de en otras áreas del cerebro. Los autores concluyen que los daños en la ínsula redujeron la necesidad de los pacientes de fumar en vez de reducir la experiencia placentera, o recompensa, asociada al tabaquismo.