MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) ha demostrado por primera vez que la administración de la proteína llamada BMP8B en la región cerebral del hipotálamo activa la grasa marrón, clave en la batalla contra la obesidad.
El descubrimiento en roedores de este nuevo mecanismo de regulación del tejido adiposo pardo constituye, señalan los investigadores, una importante diana terapéutica contra la obesidad en humanos y abre la puerta a la creación de fármacos que ayuden a controlar la masa corporal.
El estudio, realizado por los grupos de la Universidad de Santiago de Compostela y de la Universidad de Barcelona del CIBERobn en colaboración con otros equipos de Iowa en Estados Unidos, de Estocolmo en Suecia y con la coordinación general del de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, se publica en este mes en la revista 'Cell'.
"La relevancia de estas acciones queda marcada por el hecho de que los ratones carentes de BMP8B (creados para este estudio) son marcadamente obesos, a pesar de tener una ingesta de alimentos reducida, cuando se les compara con roedores normales. Hecho que se debe a que tienen una menor capacidad para quemar grasa en el tejido adiposo marrón", sostiene el doctor Miguel López uno de los coordinadores del estudio.
Hasta ahora era conocido el importante papel del cerebro en la prevención y cura de la obesidad, concretamente la zona hipotalámica, muy importante en la regulación de energía. También lo era el gran potencial de la grasa parda (buena) en este campo de batalla. La literatura científica es amplia en este plano. Lo que era mucho menos sabido es la conexión que se establece, con idéntico objetivo, entre ambos factores.
Los avances científicos en materia de grasa parda y su comportamiento en el sistema endocrino suponen para el CIBERobn, según el otro coordinador el doctor Francesc Villarroya, "un área del metabolismo que está estallando", y que podría, a medio plazo, constituir un verdadero aliado en la batalla contra el sobrepeso, la obesidad y otras enfermedades relacionadas como la diabetes tipo 2 o patologías cardiovasculares.
DOSIS MÍNIMAS
Los equipos del CIBERobn comprobaron que la administración de dosis mínimas de BMP8B directamente en el hipotálamo es suficiente para incrementar de modo muy potente la temperatura corporal de los animales como resultado de una estimulación de la producción de calor por el tejido adiposo pardo.
En los últimos tres años se ha demostrado que uno de los mecanismos que subyace a la epidemia de la obesidad es un mal funcionamiento del tejido adiposo pardo. Contrariamente al blanco (la grasa típica) el pardo no almacena lípidos, sino que los oxida para obtener energía que se disipa en forma de calor atendiendo al fenómeno de la termogénesis. Esto explica que el tejido adiposo marrón ayude a quemar más calorías y produzca calor corporal a partir de las grasas.
Tras haberse constatado que la grasa parda se encuentra metabólicamente activa en el organismo y existen otras vías de estimulación, los investigadores del CIBERobn centran ahora sus avances en la posibilidad de estimular farmacológicamente o mediante nutrientes la actividad de la también llamada grasa buena o adelgazante.