MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ofrece la primera descripción de la anatomía celular del sistema neuronal que regula el deseo, el placer y la adicción. Las observaciones lograron una resolución sin precedentes.
El trabajo, que ha sido publicado en 'Frontiers in Neuroanatomy', investiga el área tegmental ventral (VTA), que es el principal eslabón del denominado 'circuito de recompensa cerebral'. Esta área contiene neuronas que se proyectan hacia numerosas regiones del cerebro, jugando un papel fundamental en la motivación, el deseo, el placer y la valoración afectiva.
Las neuronas del área tegmental ventral también son la diana de acción de los fármacos antipsicóticos y antiparkinsonianos, al igual que de drogas psicoactivas como la cocaína, el éxtasis y el LSD.
"Contrariamente a lo que esperábamos, encontramos varios tipos de neuronas dopaminérgicas en el área tegmental ventral, cada uno formando circuitos con distintas regiones cerebrales", señala Lucía Prensa, del Departamento de Anatomía, Histología y Neurociencia de la Facultad de Medicina de la UAM.
"Nuestro hallazgo sugiere que los efectos de los distintos fármacos y drogas podría afectar a cada tipo neuronal de modo diferente", agrega.
Los cuerpos de las neuronas del área tegmental ventral se sitúan en el tronco encefálico. Los axones de estas neuronas -prolongaciones especializadas en conducir el impulso nervioso desde el cuerpo celular (soma) hacia otra célula- liberan dopamina, inervando con este neurotransmisor la corteza cerebral y otras regiones cerebrales.
En el trabajo, los investigadores emplearon una técnica novedosa de transfección in vivo de neuronas individuales que les permitió visualizar y cuantificar el axón completo de una sola célula, sin importar la extensión y complejidad del axón.
"Los circuitos del cerebro están formados en gran parte por neuronas cuyo axón se extiende y ramifica sobre distancias enormes, de decenas de centímetros en el caso del cerebro humano. Hasta ahora había sido imposible analizar esos circuitos con resolución celular. Es el sueño de Santiago Ramón y Cajal hecho realidad", subraya Francisco Clascá, investigador del estudio.