Se espera un ahorro estimado de casi 5,1 millones por la compra de vacunas, algo por debajo de los 6,1 millones de la anerior campaña
MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
En la temporada pasada se vacunaron de la gripe 4.364.260 millones de personas de más de 65 años, lo que supone un descenso en este grupo de población de riesgo inmunizado con respecto a la temporada 2011-2012 (5.042.644), según se desprende de los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con motivo de la próxima campaña de vacunación 2013-2014.
Así, durante la campaña (2012-2013) se vacunó un 56,7 por ciento del total de la población española de este grupo de edad, siendo las comunidades de La Rioja (67,2%), Castilla y León (63,7%), Cantabria (63,2%), cataluña (62,1%), Extremadura (60,7%), País Vasco (60,2) Madrid (59,9), Andalucía (59,1%), Navarra (58,6%), Castilla- La Mancha (57,4%), Aragón (57,3%) y Asturias (57,1%), las que tienen una vacunación superior a la media.
Les siguen Galicia (50,7), Comunidad Valenciana (49,9%), Baleares (48,3%), Murcia (41,8%), canarias (36,1%), y las cuidades autónomas de Melilla (31,5) y Ceuta (24%).
En cuanto a la actividad gripal en España el pasado año, desde Sanidad recuedan que fue moderada y se asoció a una circulación predominante de virus de la gripe B, la mayor proporción de ellos similares a los incluidos en la vacuna antigripal.
La tasa de incidencia global de gripe comenzó su ascenso a principos de enero (dedes el 7 de enero de 2013) y alcanzó el pico máximo de incidencia a mediados de febrero (la semana del 18 al 24 de febrero de 2013) con 229,80 casos por 100.000 habitantes.
Con la llegada del mes de octubre, el Ministerio de Sanidad, pone en marcha esta campaña y alerta alas CCAA de la importancia de la recomienda la vacunación frente a esta enfermedad a los mayores de 65 años y otros grupos de riesgo (enfermos crónicos, embarazadas y personal sanitario y personal que trabajan en servicios públicos esenciales).
El ministerio recuerda una vez más a estos grupos que acudan a vacunarse, recordando que para ellos "las vacunas son gratuitas"; asimismo, advierte de que la gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla, y su uso puede crear resistencias a estos fármacos.
425.000 VACUNAS MENOS
Por tercer año consecutivo se ha promovido un acuerdo marco para la selección de suministradores de vacunas centralizadas frente a la gripe, aunque en esta ocasión Canarias no se suma a la compra centralizada. Mediante este proceso se han podido adquirir algo más de 4.800.000 dosis de vacuna (425.000 menos al pasado año) y obtener un ahorro estimado de casi 5,1 millones de euros, algo por debajo de los 6,1 millones del pasado año.
Así, las instituciones participantes para la temporada 2013-2014 son, además del Ministerio de Sanidad y el de Defensa, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Interior), INGESA y las comunidades de Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja, así como las ciudades de Ceuta y Melilla.
VACUNARSE ES LO MÁS EFICAZ
"La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones", señalan desde Sanidad, que recomienda algunas medidas higiénicas que deben tenerse en cuenta para evitar la transmisión del virus, tales como taparse la boca al toser o al estornudar, preferentemente con pañuelos desechables; lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado; y procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.
Los principales síntomas que se presentan son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.