MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El informe anual del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos muestra que por primera vez desde 1998 ha habido un descenso en la incidencia y mortalidad por cáncer. Los autores del informe, que se publica en la revista 'Journal of the National Cancer Institute', apuntan a que esto se debe en gran medida a la disminución de algunos de los tipos más comunes de cáncer, el de pulmón, colorrectal y próstata en hombres y los de mama y colorrectal en mujeres.
El análisis incluye datos sobre cáncer del periodo comprendido entre 1975 y 2005 y una sección especial dedicada a las tendencias en el cáncer de pulmón y el control y consumo de tabaco. Los investigadores apuntan que a pesar de las disminuciones en las tasas de incidencia y mortalidad, existen grandes diferencias estatales y regionales en el cáncer de pulmón en mujeres.
Según los investigadores, es la primera vez que se produce una bajada simultánea en incidencia y mortalidad, ya que ésta última ha bajado de forma continuada desde la publicación del primer informe en 1998. La incidencia de todos los cánceres combinados disminuyó en un 0,8 por ciento por año entre 1999 y 2005 para ambos sexos. En el caso de los hombres, este índice alcanzó el 1,8 por ciento por año entre 2001 y 2005 frente al 0,6 por ciento en mujeres entre 1998 y 2005.
Según explica Otis W. Brawley, director médico de la Sociedad Americana del Cáncer, "tenemos que ser prudentes en la interpretación de estos datos porque los cambios en la incidencia pueden ser causa no sólo de la reducción de los factores de riesgo del cáncer sino también de los cambios en los exámenes selectivos de detección. A pesar de ello, la baja continua en la mortalidad es una evidencia del progreso logrado contra el cáncer, lo que refleja beneficios en la prevención, detección precoz y tratamiento".
Los índices de mortalidad en todos los cánceres disminuyeron entre 1996 y 2005 en todas las poblaciones raciales y étnicas, tanto en hombres como en mujeres, salvo en el caso de los indígenas americanos y los nativos de Alaska, donde se mantuvieron estables.
El descenso en la mortalidad ha sido más pronunciado en los hombres, que suelen tener índices más altos que las mujeres. A pesar de que ha disminuido la mortalidad por 10 de las 15 causas principales asociadas al cáncer, siguen aumentando los fallecimientos asociados al cáncer de esófago en hombres, de páncreas en mujeres y de hígado, tanto en hombres como en mujeres.
En el caso de los hombres, ha descendido la incidencia en el cáncer de pulmón, colorrectal, de boca y de estómago. Ha disminuido un 4,4 por ciento el cáncer de próstata entre 2001 y 2005 pero han aumentado los de hígado, riñón, esófago, melanoma, linfoma no Hodgkin y mieloma.
Los índices de incidencia bajaron entre las mujeres en el cáncer de mama, colorrectal, de útero, ovarios, cuello de útero y boca, pero aumentaron en cáncer de pulmón, tiroides, páncreas, cerebro, vejiga, riñón, leucemia, linfoma no Hodgkin y melanoma.
"Aunque hemos progresado en la reducción del cáncer, tenemos que hacer un esfuerzo especial para acceder a pacientes atendidos de forma deficiente en las comunidades en las que viven. El informe nos ayuda a comprender mejor dónde redoblar esfuerzos y tratar de encontrar nuevas formas de prevenir o reducir el cáncer de riñón, hígado y otros tipos que siguen aumentando tanto en mortalidad como en incidencia", señala John Niederhuber, director del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos.
La sección especial del informe se detiene en la existencia de amplias variaciones en los patrones de tabaquismo que junto con las diferencias entre la población más joven y de mayor edad explican la demora en la disminución prevista en la mortalidad del cáncer de pulmón en las mujeres y su descenso lento entre los hombres. Además, el informe destaca las importantes diferencias entre estados y regiones geográficas en los índices de mortalidad por cáncer de pulmón.