MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Clínica Mayo de Estados Unidos han desarrollado una nueva variedad de ratones transgénicos con respuestas autoinmunes similares a la de los pacientes con artritis reumatoide y que muestran una mayor incidencia de la enfermedad en las hembras. Las conclusiones de su estudio, que suponen la creación del primer modelo animal que recoge las diferencias sexuales en el desarrollo del trastorno, se publican en la edición digital de la revista 'Artritis & Rheumatism'.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune de difícil diagnóstico que se caracteriza por una inflamación crónica del tejido sinovial, una creciente erosión del cartílago y los huesos, así como una posible destrucción de las articulaciones. Está asociada con una variedad de factores ambientales y genéticos y su incidencia es tres veces mayor en mujeres que en hombres. Debido a esta mayor incidencia en mujeres no se disponía hasta el momento de un modelo animal que imitara la enfermedad humana.
El modelo animal desarrollado por los investigadores de la Clínica Mayo podría ser útil no sólo para estudiar las diferencias de sexo en la enfermedad, sino también para comprender mejor por qué las mujeres son más vulnerables a la autoinmunidad y para el futuro desarrollo de tratamientos.
Los ratones fueron modificados genéticamente con el alelo HLA-DRB10401, que aumenta la susceptibilidad a la artritis reumatoide. Esta variante genética está asociada con autoanticuerpos del péptido anticíclico citrulinado (anti-CCP), que preceden el inicio de la artritis reumatoide. La artritis inducida por colágeno en los ratones se inició mediante inyecciones de colágeno tipo II. Estos ratones transgénicos fueron entonces evaluados según la incidencia y gravedad de los síntomas de la artritis, así como sobre su vulnerabilidad a la enfermedad derivada de su sexo.
De los ratones transgénicos que desarrollaron artritis, todos produjeron factores reumatoides y autoanticuerpos anti-CCP, aumentaron la expresión de células T de moléculas de clase II, y la producción de citoquinas proinflamatorias. Además, los ratones hembra desarrollaron artritis a tasas superiores que los ratones macho, en una tasa mayor al triple, y mostraban todas las características de la enfermedad a niveles superiores.