MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos han probado en macacos una vacuna que previene, o por lo menos atenúa, los efectos del tracoma, una enfermedad que está causada por la bacteria 'Chlamydia trachomatis' que es la principal causa de invidencia en el mundo. De hecho, se conoce como 'ceguera de los pobres'.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo se estima que hay ocho millones de personas que han perdido total o parcialmente la visión de manera irreversible a causa de esta enfermedad olvidada, que principalmente se detecta en Asia y África Subsahariana.
Sin embargo, el jefe de laboratorio del NIH y autor del estudio, Harlan Caldwell, está convencido de que "puede eliminar el tracoma cegador" gracias a esta vacuna, que debe administrarse en niños antes de su exposición a la infección.
Para enfrentar esta dolencia, por ahora, se sigue la llamada estrategia SAFE basada en la prevención mediante la higiene corporal y un entorno saludable, y el tratamiento con azitromicina, cirugía y antibióticos.
Sin embargo, según explica Caldwell al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), la azitromicina funciona cuando se administra en dosis repetidas, por lo que "no es sostenible en la población, y además es muy complicado administrarlo en los países más deprimidos económicamente, donde el tracoma es altamente endémico".
De hecho, el objetivo del NIH era precisamente buscar una alternativa al antibiótico que permita prevenir la infección o reducir su carga de una forma sostenible, y por tanto superior a la azitromicina", asevera el investigador.
Los científicos inyectaron en repetidas ocasiones el compuesto, que contiene una versión viva y atenuada de la 'Chlamydia trachomatis', en seis macacos sanos, y los animales no mostraron síntomas de la enfermedad pese al contacto con la bacteria.
Después, fueron expuestos a una cepa altamente virulenta de clamidia. También se infectó con esta bacteria a un grupo de control que no había sido previamente vacunado.
SIN RASTRO DE LA INFECCIÓN EN ALGUNOS CASOS
Tres de los monos que recibieron el tratamiento no mostraron ninguna señal de infección o enfermedad, y los otros tres presentaron síntomas muy reducidos, en comparación con el grupo de control, que manifestó daños de moderados a severos en los ojos, persistentes durante periodos de dos a cuatro meses.
Todos los animales utilizados en el experimento fueron tratados posteriormente con antibióticos y se recuperaron completamente.
"Este trabajo es un importante hito en el desarrollo de la vacuna del tracoma", asegura Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas del NIH, adelantando que "la repercusión puede ser enorme para las decenas de millones afectadas por esta enfermedad".
La respuesta inmunológica de los macacos predice de manera bastante precisa la de los humanos, y los investigadores están ahora estudiando como traspasar estos avances a personas.