MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro del Cáncer Dana-Farber, en Estados Unidos, han desarrollado un nuevo método para determinar cuándo mueren las células de la leucemia mieloide aguda (LMA), un descubrimiento que podría ayudar a los especialistas en cáncer a elegir la opción más eficaz para los tratamientos de sus pacientes. El estudio ha sido publicado en la revista 'Cell'.
Los investigadores afirman en su artículo que sus hallazgos podrían conducir a pruebas más eficaces para predecir qué pacientes tratados con éxito pueden continuar en remisión con quimioterapia estándar, y qué pacientes son propensos a recaer a pesar del tratamiento, pero podrían beneficiarse de un trasplante de médula ósea.
Anthony Letai, autor principal del artículo, añade que los resultados del estudio también ayudan a explicar el "índice terapéutico" de los medicamentos de quimioterapia para la LMA; es decir, cómo las células madre de un paciente pueden sobrevivir a las dosis de quimioterapia que destruyen las células de leucemia.
A diferencia de las herramientas actuales de predicción, el nuevo método determina el grado en el cual las células de cada paciente están 'preparadas para morir' por apoptosis - o muerte celular programada. La quimioterapia es más eficaz cuando las células cancerosas se acercan a su autodestrucción, mientras que los pacientes con células de leucemia más resistentes son más propensos a sufrir una recaída fatal sin un trasplante de médula ósea.
"Nuestros datos sugieren que la aplicación de nuestro método, además de los indicadores convencionales, proporciona una herramienta mejorada de predicción", señala Letai, quien añade que "tenemos la intención de confirmar estos resultados en experimentos independientes, y luego probar su rendimiento prospectivamente en ensayos clínicos para evaluar su uso para la asignación de terapias individualizadas".
Según la Sociedad Americana del Cáncer, se estima que 13.780 casos de LMA se diagnosticarán en Estados Unidos este año, y más de 10.000 personas morirán a causa de la enfermedad, por lo que es la forma más letal de leucemia en Estados Unidos.
En la actualidad, los médicos tratan de predecir el resultado del tratamiento de un paciente con LMA mediante la evaluación de las características de las células cancerígenas patológicas, y de ciertas mutaciones que sugieren una respuesta más pobre. Sin embargo, estos indicadores no proporcionan una explicación biológica para diferentes respuestas de los pacientes al tratamiento.
El método descrito en el nuevo estudio tiene un enfoque diferente; descrito por primera vez en 2011 por Letai, emplea una técnica llamada 'Perfilado BH3' (BH3 profiling) para medir el grado de preparación de la mitocondria - orgánulos diminutos dentro de la célula - para liberar compuestos químicos que causan la autodestrucción de la célula. El proceso de autodestrucción, la apoptosis, es provocado por moléculas cuya misión es eliminar las células innecesarias o dañadas del cuerpo.
El Perfilado BH3 implica exponer células cancerosas a moléculas de BH3, que imitan las señales de muerte de proteínas en el cuerpo. Si la membrana de la mitocondria en las células cancerosas es fácilmente alterada, entonces las células están preparadas para morir. Por otro lado, si la mitocondria se opone firmemente a la alteración, las células de leucemia estarán aun lejos de su autodestrucción, y será menos probable que respondan a la quimioterapia.
Al aplicar el método a muestras de pacientes con LMA, "encontramos que el cebado mitocondrial medido por los perfiles de BH3 fue un factor determinante de la respuesta inicial a la quimioterapia, la remisión, la recaída, y el requisito para el trasplante alogénico de médula ósea", apuntan los autores.
Saber si un paciente tendrá una respuesta completa a la quimioterapia sería también muy útil en la personalización de dicho tratamiento, incluso cuando no se considera un trasplante de médula ósea. Por ejemplo, "en los pacientes de edad avanzada con LMA, la quimioterapia puede ser muy tóxica y tener un riesgo mayor de complicaciones fatales", explica Letai.
Los científicos midieron el cebado mitocondrial en las células madre hematopoyéticas normales que generan todas las células de una persona sana. Estas células madre son menos propensas a la autodestrucción que las células de la leucemia, que mueren fácilmente debido a la quimioterapia. Los pacientes con LMA que habían respondido mal a la quimioterapia tenían células cancerosas aun menos propensas morir que las células madre hematopoyéticas normales; por lo tanto, no es sorprendente que las dosis de quimioterapia que salvaban sus células madre sanguíneas no fueran eficaces contra la leucemia.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que las células de LMA - incluso las resistentes al tratamiento - tenían una debilidad potencial que podría ser explotada. En comparación con las células madre sanguíneas normales, las células de LMA eran más dependientes para su supervivencia de las señales moleculares generadas por la proteína BCL-2. Ahora, medicamentos experimentales que bloquean las señales de BCL-2 se están probando en seres humanos; esto sugiere que tales medicamentos, administrados a pacientes con LMA, podrían favorecer la autodestrucción de las células cancerosas.