Actualizado: jueves, 3 octubre 2013 9:02

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Universidad de MacMaster, en Hamilton, Ontario, Canadá, han desarrollado una nueva vacuna contra la tuberculosis (TB), basada en un virus del resfriado modificado genéticamente, que ofrece nuevas esperanzas en la lucha mundial contra la enfermedad.

"Somos los primeros en haber creado una vacuna así contra la tuberculosis", dijo la doctora Fiona Smaill, profesora y presidenta del Departamento de Medicina y Patología Molecular de la Facultad de Medicina Michael G. DeGroote de McMaster, además de directora de la fase de un estudio clínico publicado en la revista 'Science Translational Medicine'.

La vacuna se ha diseñado en el laboratorio de Zhou Xing, profesor de Patología y Medicina Molecular y el Centro de Investigación de Inmunología McMaster. Ambos investigadores son miembros del Instituto de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Michael G. DeGroote.

"La tuberculosis es una amenaza grave para la salud pública --dijo Smaill--. Un tercio de la población mundial está infectada con el microorganismo que causa la tuberculosis, además de que sigue siendo la enfermedad infecciosa más importante sólo después del VIH. Sin embargo, la actual vacuna utilizada para prevenir no es eficaz". "El control de la tuberculosis encuentra su mayor desafío en la alta incidencia de la tuberculosis resistente a múltiples medicamentos", agregó. Por ello, la nueva vacuna se desarrolló como un refuerzo para el bacilo de Calmette Guerin (BCG) , actualmente la única vacuna disponible contra la tuberculosis, desarrollada en la década de 1920. El nuevo "refuerzo" reactivaría elementos inmunes que disminuyen con el tiempo después de la vacunación con BCG.

Actualmente, la vacuna BCG es parte del programa de vacunación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Asia, África, Europa del Este y del Sur, así como Nunavut, la única jurisdicción canadiense donde la vacuna BCG se administra habitualmente a causa de la alta tasa de tuberculosis en el territorio. Por lo general, se administra durante el primer año de vida.

La vacuna de McMaster ha llevado más de una década de fabricación y sus autores comenzaron el primer ensayo clínico en humanos en 2009, con 24 voluntarios sanos, incluidos 12 que fueron previamente vacunados con BCG. "El objetivo principal era analizar la seguridad de una dosis de una sola inyección de la vacuna --dijo Xing--, así como su potencia para activar el sistema inmunológico.
En 2012 se estableció que la vacuna era segura y se observó una fuerte respuesta inmune en la mayoría de los participantes del ensayo, pero Xing reconoce que se necesitan más ensayos clínicos para medir el verdadero potencial de la vacuna. "Como un médico que atiende a los pacientes con tuberculosis, incluyendo aquellos que están infectados por el VIH, me doy cuenta de lo importante que va a ser esta vacuna para controlar esta infección", agregó la líder de esta investigación.