MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos y cirujanos del Centro del Cáncer Princesa Margarita, en Toronto, Canadá, han descubierto un nuevo enfoque prometedor para el tratamiento del cáncer colorrectal al dsarmar el gen que impulsa la autorenovación de las células madre que son la causa fundamental de la enfermedad, la resistencia al tratamiento y la recaída. El cáncer colorrectal es la tercera causa principal de muerte por cáncer en el mundo occidental.
"Este es el primer paso hacia la aplicación clínica de los principios de la biología de las células madre de cáncer para controlar el crecimiento del cáncer y avanzar en el desarrollo de curas duraderas", afirma el investigador principal, el director del Programa de Células Madre del Cáncer en el Instituto de Ontario para la Investigación del Cáncer, John Dick, sobre los resultados publicados este domingo en la edición digital de la revista 'Nature Medicine'.
El doctor Dick fue pionero en el campo de las células madre del cáncer al identificar por primera vez las células madre de la leucemia (1994) y las células madre del cáncer de colon (2007). También es conocido por el aislamiento de una célula madre de la sangre humana en su forma más pura, como una sola célula madre capaz de regenerar todo el sistema sanguíneo, allanando el camino para su uso clínico (2011).
En experimentos preclínicos, el equipo replicó el cáncer de colon humano en ratones para determinar si la orientación específica de las células madre es clínicamente relevante. En primer lugar, los investigadores identificaron que el gen IMC-1, ya implicado en el mantenimiento de células madre de otros tipos de cáncer, es el regulador fundamental de las células madre del cáncer de colon y acciona el ciclo de autorenovación, la proliferación y la supervivencia celular.
A continuación, estos expertos utilizaron un inhibidor de una molécula pequeña existente para bloquear con éxito el IMC-1, lo que demuestra la relevancia clínica de este enfoque. Al bloquear la vía IMC-1, las células madre no fueron capaces de autorenovarse, dando lugar a largo plazo al deterioro irreversible del crecimiento del tumor, es decir, que el cáncer se apagó definitivamente.
"La inhibición de un reconocido regulador de la autorenovación es un método eficaz para controlar el crecimiento del tumor, proporcionando una fuerte evidencia de la importancia clínica de la autorenovación como un proceso biológico para la orientación terapéutica", según otro de los autores, Antonija Kreso.