MADRID 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Especialistas del Grupo Pediátrico Madrileño de Formación Continuada (GRUPEMA) desaconsejan a los padres utilizar agua fría o hielo para bajar la fiebre del niño y recomiendan en su lugar aplicar agua templada, en compresas o en un baño, un método "suficiente" para bajar hasta un grado la temperatura del pequeño.
Según han explicado los expertos presentes en la III Reunión sobre avances en Pediatría, celebrada recientemente en Madrid, "la fiebre es un síntoma de que algo no está bien y no se debe tratar de bajarla como sea, a menos que esté por encima de 39 grados, ya que es un mecanismo de defensa natural del organismo".
En este sentido, desde GRUPEMA recomiendan la utilización de medicamentos biorreguladores para combatir las infecciones de origen vírico y reducir la fiebre y la inflamación, si la hubiera, ya que "no enmascaran otros síntomas ni producen efectos secundarios, como los antiinflamatorios tradicionales".
Además, el organismo de los niños suele estar libre de toxinas, por lo que "la actuación de estos medicamentos es, por lo general, rápida", comenta la representante del grupo, la doctora María José Ibarrondo. Los medicamentos biorreguladores contienen principios activos de origen vegetal y mineral, en microdosis, equivalentes a las de los mediadores de la inflamación.
En trastornos como el de la alergia, estos fármacos estabilizan el sistema inmunitario, a través de la respuestas TH1 y TH2, y regulan la respuesta inflamatoria TH3, por lo que "a diferencia de los tratamientos convencionales como antihistamínicos y corticoides, evita efectos secundarios", asegura la presidenta del encuentro la doctora María del Rosario Bravo.
La medicina biorreguladora también puede utilizarse para los otros motivos más frecuentes de consulta al pediatra en esta época, afecciones víricas y síndromes febriles, destaca la doctora Bravo, ya que pueden combinarse con otros tratamientos y no tiene efectos secundarios.