MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La depresión podría ser un factor de riesgo de la osteoporosis, según sugiere un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) que muestra que la depresión experimental inducida por el estrés crónico conduce a la pérdida ósea en ratones. Las conclusiones de la investigación se publican en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Los expertos explican que en humanos, las personas con depresión mayor tienen por lo general menor densidad de masa ósea en comparación con los sujetos control, sin embargo, no se ha establecido un vínculo directo entre estos dos trastornos. Ya que el estrés puede conducir a la depresión, los científicos sometieron a estrés leve crónico a ratones y midieron los efectos sobre su conducta y estructura ósea.
Después de cuatro semanas el estrés provocó una disminución de las respuestas de recompensa y una reducción de la exploración social, que son clásicos signos de depresión. Estos cambios conductuales se vieron acompañados por el deterioro de la estructura y masa ósea.
Esta correlación pareció fortalecerse al descubrir que el tratamiento de los ratones con el fármaco antidepresivo imipramina mejoraba tanto los problemas de conducta como los del esqueleto. Además, la pérdida ósea desencadenada por la depresión coincidía con un aumento del neurotransmisor noradrenalina dentro del hueso, y un tratamiento con un betabloqueador, que inhibe la noradrenalina, redujo la pérdida ósea (sin afectar a la conducta).
Los descubrimientos sugieren que el sistema nervioso simpatético, que controla la actividad de la noradrenalina y las respuestas de ataque/huida, media en el vínculo entre depresión y pérdida ósea y destaca la depresión como un factor de riesgo de osteoporosis precoz o de gran alcance.