MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
En España hay actualmente entre 650.000 y 800.000 enfermos de Alzheimer, pero tanto su diagnóstico como su tratamiento es todavía muy limitado ya que se desconoce el origen de esta patología neurodegenerativa. De hecho, hasta dentro de 10 años no se espera una terapia curativa para esta enfermedad.
Así lo han asegurado diversos expertos que han participado en las jornadas '¿A dónde va la investigación de Alzheimer?', organizadas por la Fundación Alzheimer España con motivo del Año Internacional de la enfermedad, que se celebra en 2011.
Los tratamientos actuales sólo combaten los síntomas "pero no el origen" de la enfermedad y, según asegura la presidenta de Fundación Alzheimer, Micheline Selmes, en ocasiones se informa de nuevas terapias "con demasiada premura" que provocan "falsas esperanzas" en los pacientes y sus familiares, que están "expectantes por un tratamiento que nunca llega".
Actualmente hay varios fármacos en desarrollo que podrían mejorar el pronóstico de la enfermedad aunque, como reconoce el director de Cultura Científica en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, José Antonio López Guerrero, "todavía son investigaciones que no se han trasladado a la clínica".
En este sentido, este experto ha destacado una vacuna terapéutica todavía experimental que actúa contra uno de los marcadores principales de la enfermedad, las placas amiloides, evitando su aparición e incluso facilitando la eliminación de las mismas.
"Esta vacuna preventiva está muy desarrollada", asegura López Guerrero, hasta el punto de que "en cinco o seis años podría utilizarse, a no ser que en las últimas fases de investigación clínica dé algún problema".
"Ya hubo mucha polémica con otra vacuna que tuvo muy buen efecto en ratones pero, al pasar a la fase clínica en humanos, dio muchos problemas y hubo pacientes que desarrollaron encefalitis importantes", ha recordado.
Del mismo modo, hay otras vías de investigación centradas en la fosforilación de la proteína TAU, los ovillos neurofibrilares que también pueden ofrecer buenos resultados a largo plazo mientras otras, como las terapias celulares, han demostrado no ofrecer "ningún avance" en el tratamiento del Alzheimer.
POCOS AVANCES EN TERAPIA CELULAR
Según López Guerrero, "hay que descartar en un periodo de tiempo corto terapias celulares para esta neurodegeneración tan deslocalizada como es el Alzheimer, a diferencia de lo que está ocurriendo en Párkinson y algunas lesiones medulares".
En cualquier caso, este experto insiste en cualquier avance que permita prevenir la aparición de los síntomas del Alzheimer "estaría curando la enfermedad en un 90 por ciento de los casos", ya que se diagnostica en edades avanzadas.
No obstante, asegura el doctor Cecilio Álamo, catedrático de Farmacología de la Universidad Alcalá de Henares (Madrid), hay estudios que han demostrado que, aunque los síntomas aparecen a partir de los 60 ó 65 años, el origen del Alzheimer podría tener lugar muchos años antes.
"El Alzheimer va evolucionando, a lo largo de unos 20-25 años, no lo sabemos con exactitud, pero no se manifiesta hasta que no hay un factor determinante", ha explicado.
ALGUNOS FACTORES PROTECTORES
Por ello, según Álamo, es necesario controlar algunos factores que han demostrado aumentar el riesgo de desarrollar esta dolencia, como la tensión arterial, la diabetes y el colesterol alto, pero hacerlo "en la edad media de la vida, entre los 40 y 50 años, y no cuando la enfermedad ya se ha desarrollado".
Del mismo modo, la obesidad y el consumo de alcohol también deben evitarse para prevenir la enfermedad mientras que, por contra, otros factores que se creían "protectores" han demostrado no aportar ningún beneficio, caso de los antioxidantes o el tabaco.