La deficiencia de yodo en el feto puede provocar retraso mental

Actualizado: domingo, 6 junio 2010 21:18

MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

La deficiencia de yodo en el feto puede afectar a la madre, induciendo a ésta a un mayor de riesgo de aborto o de parto prematuro, mientras que al feto puede ocasionarle problemas en su maduración cerebral, daños psicomotores, disminución del coeficiente intelectual, alteraciones auditivas, síndrome de hiperactividad o déficit de atención, según ha explicado la doctora Carmen Gonzalo Mateo del Hospital del Bierzo, en Ponferrada.

"Durante la gestación, la hormona tiroidea es fundamental para la maduración cerebral del embrión y del feto", ha explicado la doctora. En los primeros tres meses de vida, "el embrión aún no dispone de una glándula tiroides o ésta no es suficientemente madura, por lo que precisa de la hormona tiroidea de la madre", ha señalado.

El grado de las consecuencias de esta deficiencia de yodo vienen dadas en función del grado de carencia de esta sustancia", ha asegurado por su parte, el doctor Lluís Vila Ballester, coordinador del grupo de trabajo sobre los trastornos causados por la deficiencia de yodo (TDY) de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

El último documento de la OMS de 2007 cataloga a España como a un país con una óptima nutrición de yodo y la mayoría de estudios de los últimos años realizados entre la población infantil, muestran una sustancial mejora respecto a estudios previos, asegura el doctor Vila.

Es decir, que según la OMS, "estaríamos al mismo nivel de países nórdicos, Alemania, Polonia y algunos países del Este de Europa", ha asegurado el doctor.

El especialista ha afirmado que debe garantizarse que la población consuma una cantidad suficiente de yodo, según la edad, género y estado fisiológico. En el caso de las mujeres embarazadas, las necesidades de yodo aumentan significativamente, "siendo preciso que consuman no menos de 250 microgramos al día", ha asegurado el doctor Vila Ballester. Para la población, en general, "incluyendo a los niños en edad escolar, se aconseja que al día consuman un mínimo de 150 microgramos de yodo", ha explicado.

Esta cantidad "se puede obtener fácilmente consumiendo sal yodada", ha asegurado el doctor Vila Ballester. "Si la sal yodada estuviera presente en la cadena alimentaria a todos los niveles, la ingesta de yodo con la alimentación de cada día, sería, muy probablemente, suficiente", ha afirmado. Además, ha recomendado consumir leche y el pescado de mar, "ya que en el mar es donde se concentra la mayor cantidad de yodo".

Ante la situación actual y dado que el consumo de sal yodada es voluntario, el Grupo TDY aconseja que las diferentes Comunidades Autónomas instruyan programas de salud pública para promover el consumo adecuado de yodo. De hecho, en algunas comunidades autónomas como Asturias, Galicia y Andalucía existen normativas que establecen se utilice sal yodada en los comedores escolares.