SEVILLA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía ha alertado a los usuarios de los posibles riesgos de lesiones por los masajes que "cada año con más frecuencia" ofrecen personas "sin formación ni autorización" en las playas andaluzas, "incumpliendo además con las mínimas condiciones en materia higiénico-sanitarias".
En este sentido, el presidente de los fisioterapeutas andaluces, Miguel Villafaina, ha recordado este viernes que desde la institución colegial llevan denunciando "desde hace algunos años" y ante ayuntamientos de localidades costeras, cuerpos de seguridad y autoridades sanitarias, "la proliferación de estos servicios ilegales de masaje, por lo general ofrecido por personas de origen asiático".
Villafaina ha sostenido que estas prácticas sin control "pueden agravar posibles lesiones de los clientes e, incluso, provocar la aparición de otros problemas asintomáticos o de enfermedades cutáneas, por las nulas condiciones higiénicas en que se llevan a cabo los trabajos y por el uso de productos como cremas o aceites que no han pasado ningún tipo de control sanitario ni farmacológico", ha proseguido a través de una nota.
Además, ha advertido de que, en caso de producirse algún tipo de lesión o daño provocado durante uno de estos masajes o manipulaciones, "el usuario no tendrá posibilidad alguna de reclamar, ya que a la dificultad añadida de identificar al causante, habrá que sumar la ausencia de facturas o recibos que demuestren que realmente hemos sido tratados por uno de estos individuos".
Otro punto que los fisioterapeutas quieren destacar es el hecho de que, "para colmo", estos tratamientos "no son en absoluto baratos. Por lo general, un individuo de éstos cobra entre 10 y 15 euros por cada masaje de unos 10 ó 15 minutos, mientras que un fisioterapeuta colegiado, con todas la garantías, controles y avales sanitarios suele cobrar en su consulta unos 30 ó 35 euros por una hora completa de tratamiento".
Por último, desde la entidad colegial se recuerda que para recibir un masaje con todas las garantías sanitarias y legales, es preciso acudir a un fisioterapeuta colegiado, ya que éste es el único profesional habilitado por las leyes españolas para ello.