Hospitales y albergues serían los primeros lugares donde la Junta lo impondría en caso de adoptarlo
VALLADOLID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Castilla y León espera el informe jurídico sobre el pasaporte COVID antes de solicitar su imposición en la Comunidad, aunque su estrategia principal frente a la pandemia sigue siendo, por encima de las restricciones, la vacunación.
"Vacunar, vacunar y vacunar", ha sentenciado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la que ha recordado que tres comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León, se están planteando la imposición del pasaporte COVID que ocho ya han solicitado y otras seis lo descartan por el momento.
En cualquier caso, ha reconocido las "dudas" que plantean varias autonomías de que esta medida tenga "eficacia por sí sola" y han insistido en la "necesidad" de cumplir con la legalidad vigente relativa al uso de la mascarilla en interiores o en exteriores cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
En cualquier caso, ha recalcado que los primeros sitios donde se plantearía implantarlo la Junta sería en hospitales y albergues, tras lo que ha recordado que la incidencia del virus es "muy inferior" entre las personas vacunadas con pauta completa.
Respecto al nuevo semáforo COVID y la devolución a la ponencia de alertas de las medidas no sanitarias ante la falta de acuerdo, Verónica Casado ha defendido que muchas comunidades consideran que en el momento actual la vacunación es "la mejor herramienta", antes que apostar por cierres en sectores "que han sufrido mucho".
MOMENTO "MUY COMPLEJO"
La consejera ha insistido en que se trata de un momento "muy complejo", con una sexta ola que tiene "consecuencias para todos" desde el punto de vista psicológico, sociológico y profesional, por lo que ha pedido la colaboración de todos para "evitar los contagios".
Así ha constado el aumento de casos y de la incidencia acumulada en Castilla y León, que ocupa la sexta posición a 14 días y la cuarta a siete, lo que evidencia "un crecimiento importante", hasta multiplicarse por seis en seis semanas.
En este sentido, ha apuntado que frente a anteriores olas en las que el pico se alcanzaba en la quinta semana, en este caso se ha llegado ya a ese plazo con una tendencia "todavía creciente".
En cualquier caso, ha asegurado que dos de cada tres ingresados en unidades de Cuidados Intensivos "no están vacunados", por lo que se ha referido a esta sexta ola como "la ola de los no vacunados y los pacientes frágiles", con una cantidad de ingresos que "aumenta lentamente" y que se ha de monitorizar porque "en las últimas dos semanas se ha duplicado".
