Igea advierte de que para reescalar hacia fases más altas no es necesario esperar 14 días y se puede hacer de forma "inmediata"
VALLADOLID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Castilla y León encara la Navidad con el freno puesto en la caída de casos declarados de Covid-19 y con una incidencia más baja que la media, aunque ninguna provincia pasa de fase al tener que contabilizarse los últimos 14 días, por lo que únicamente siguen en fase 3 Ávila, Salamanca y Segovia.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha detallado estos datos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en el que ha comparecido junto al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien ha destacado que la situación obliga a extremar precauciones, al tiempo que ha advertido de que se puede reescalar de "forma inmediata" sin tener que esperar 14 días como en el caso de la desescalada.
"No podemos ni estabilizar ni crecer", ha pedido Casado, quien ha recomendado a la ciudadanía "paciencia, templanza y aguante" sobre todo en la temporada navideña que ahora empieza y en un momento en el que el descenso de casos prácticamente se ha detenido
Así, actualmente hay dos provincias con una incidencia superior a 250 casos por 100.000 habitantes que son Palencia --417-- y Burgos --272--, mientras que en situación de "riesgo alto" se encuentran León con 152 y Zamora con 166, mientras que Ávila, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid tienen menos de 150.
Si se analizan las tendencias a siete días se ve una "aplanamiento de las curvas", por lo que hay que extremar las medidas porque la situación "puede revertirse en cualquier momento". "Si bajamos la guardia esto puede volver a crecer", ha manifestado Casado.
Además, la consejera ha señalado que preocupa por la evolución Ávila, Laguna de Duero (Valladolid), Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, León, Salamanca y Soria. Además de otros municipios pequeños como Oña, Cacabelos, Béjar, Sacramenia, La Cistérniga o Villardeciervos, todos ellos por brotes familiares o en residencias.
Casado ha insistido además en que la ocupación de las UCIS es el punto débil que tiene el sistema ante una posible tercera ola, no obstante ha situado "la luz al final del túnel" en la vacunas.
"La navidades van a ser distintas, tendremos muchas navidades por delante, hay que tratar de que estas no sean un infierno", ha concluido