VALENCIA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Sanidad, Luis Rosado, ha señalado este jueves que "no está previsto" poner en marcha en la Comunitat Valenciana la tasa de euro por receta implantada en Cataluña dado que, a su juicio, "no deberían establecerse medidas adicionales separadas" de las que se acuerden en el Consejo Interterritorial.
Así se ha pronunciado Rosado en declaraciones a los medios tras participar en la jornada 'La colaboración público-privada en gestión sanitaria', organizada por Broseta Abogados, al ser preguntado sobre si la Generalitat valenciana se plantea la posibilidad de poner en marcha esta tasa por receta.
Al respecto, ha destacado que se deben establecer medidas "coherentes" en todo el país por la razón "fundamental" de que los españoles deben recibir "las mismas prestaciones sanitarias nos encontremos donde nos encontremos y, probablemente, al mismo precio".
También ha valorado la modificación en la contribución de los ciudadanos en la recetas, que se pondrá en marcha el 1 de julio, basadas en la renta "y no exclusivamente en la situación de activo o pasivo" del paciente. A su juicio, es un modelo "más equitativo y más justo", ya que beneficia a las personas con menos recursos y a los enfermos crónicos.
TELÉFONO PARA INCIDENCIAS
El titular de Sanidad ha señalado que "está todo previsto" para la implantación de esta nueva receta, aunque ha admitido que en los primeros días de aplicación podría existir "confusión" y "pequeños errores" que serán subsanados "rápidamente". De hecho, la Generalitat pondrá a disposición de profesionales y ciudadanos el teléfono 900 101 081 para solucionar los incidentes.
Preguntado sobre la aportación que realizarán las personas de las que no se conozca su nivel de ingresos, ha precisado que se aplicará el porcentaje menor en los dos tramos --el 40% en los ciudadanos en activo y el 10% en pensionistas--, aunque ha apuntado que se trata de un colectivo "residual".
Ha subrayado, asimismo, otra medida "importante" como la revisión de los medicamentos financiados por la sanidad pública, que son retirados "porque han llegado a una situación de obsolescencia y no tienen una utilidad terapéutica evidente", lo que supondrá "un ahorro importante".