Cuidados paliativos, asignatura pendiente en los grados de Medicina y Enfermería

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Publicado: miércoles, 3 noviembre 2021 14:00


MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los expertos reunidos en las XIV Jornadas Internacionales de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) se han mostrado de acuerdo en el salto cualitativo que supondría lograr la especialidad para los profesionales de cuidados paliativos y, mientras tanto, abogan por incluir formación específica de forma generalizada en las facultades de Medicina y Enfermería.

"Debería ser una asignatura obligatoria, y no lo es en casi ninguna facultad de Medicina española", ha lamentado el doctor Marcos Lama, médico de paliativos en la Fundación Rioja Salud. Lo mismo ocurre en Enfermería, donde la situación es incluso peor que la confirmada en un estudio de 2014, ya que una actualización realizada en 2021 indica que solo el 39 por ciento de las facultades o escuelas incluyen asignaturas de paliativos o relacionadas con el final de la vida, según ha matizado la enfermera Lourdes Guanter, coordinadora de la Unidad Docencia del Instituto Catalán de Oncología (ICO).

SOLAPAMIENTO DE COMPETENCIAS

Por otro lado, estos expertos también han puesto de manifiesto la necesidad de delimitar mejor las competencias de cada especialista, siempre bajo el prisma de un trabajo en equipo con el paciente y su familia en el centro.

Se trata de una tarea compleja en muchas ocasiones, primero porque, como ha indicado Lourdes Guanter, "existe ambigüedad de roles, no tanto en el binomio médico-enfermero, en el aspecto clínico, pero sí en el aspecto psicosocial", por lo que, a su juicio, facilitaría mucho la atención "que explicitáramos mejor cuál el nuestro rol, buscando más reuniones y más espacios comunes para ello".

"A veces no es tanto la actitud ni la formación en cuidados paliativos como el tiempo que se necesita", ha añadido Jorge Maté, psicólogo clínico y especialista en Psicooncología del ICO. O también, como ha indicado el doctor Marcos Lama, "el ámbito y los miembros de los equipos", muchas veces incompletos y en los que han de asumirse competencias que no son propias, sobre todo en la atención domiciliaria y en el mundo rural.

"Cuando te pones la bata, a veces sientes que te dan las cuatro titulaciones a la vez en cuidados paliativos", ha señalado la trabajadora social M Puerto Gómez, de la Fundación Instituto San José de Getafe, para referenciar ese solapamiento de competencias que a veces se produce, de forma especial, en el ámbito psicosocial.

LA EXPERIENCIA TRANSFORMA A ESTOS PROFESIONALES

Por otro lado, el doctor Enric Benito, especialista en Oncología, y experto en Cuidados Paliativos ha clausurado las jornadas. Durante su intervención, el doctor Benito ha ofrecido una reflexión sobre cómo "convivir con el morir" transforma a los profesionales que atienden a las personas con enfermedades avanzadas y pronóstico de vida limitado.

"Trabajar en cuidados paliativos nos concede el gran privilegio de profundizar en nuestra propia humanidad", ha señalado. "Vemos grandes transformaciones, en parte por nuestras intervenciones, pero también por los recursos que tiene la propia persona, que acaba por aceptar y por traspasar el sufrimiento de una forma dulce y serena".

"Nuestro trabajo nos permite asomarnos a la intimidad de quienes acompañamos y descubrir valores de gran importancia. Experimentamos la intensidad del proceso y nos vemos obligados a aprender a gestionar las emociones, a forjar la capacidad de no huir, de estar junto al paciente y su familia y, al mismo tiempo, a permanecer ecuánimes y serenos", abunda el doctor Benito.

Estas experiencias llevan a los profesionales de cuidados paliativos "a descubrir poco a poco su profundidad, a cultivar la espiritualidad y, finalmente, a perder el miedo a la muerte y a vivir con confianza". En este sentido, el doctor Benito se ha referido a los resultados de diferentes estudios que ponen de manifiesto que, a partir de su práctica diaria, los paliativistas acaban "integrando en su vida cotidiana la sabiduría adquirida al sentarse junto a quienes se acercan a la muerte y miran retrospectivamente su itinerario de vida".

Por último, ha destacado que los profesionales sanitarios vienen de un modelo biomédico sostenido por el paradigma científico y centrado en la enfermedad en el que el objetivo de la atención es "curar" y la persona enferma es "un sujeto pasivo". "Sin embargo, el proceso de morir no es una enfermedad, es un hecho humano único y radical que se caracteriza por su dinamismo y nos pone al borde del misterio del vivir y el morir", ha defendido el oncólogo y experto en cuidados paliativos.

Por ello, ha añadido, "nuestra profesión cambia nuestra manera de ver la realidad, pasando de una concepción de la vida como materia a una visión mucho más integral y humana". En el ámbito asistencial, este cambio de perspectiva permite "ver al paciente como persona, y no solo como cuerpo, dando sentido y valor a su mundo interior, a sus emociones y a sus valores e integrándolos en la atención".