MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las tasas de mortalidad entre las personas de mediana edad y mayores medias son más altas cuando la economía está creciendo que cuando se dirige a una recesión, según revela un análisis a largo plazo de los ciclos económicos de los países desarrollados, publicado en la edición digital de 'Journal of Epidemiology and Community Health'. El aumento de los niveles de estrés laboral y los accidentes de tráfico, como resultado de mayores tasas de empleo, es poco probable que expliquen plenamente esta tendencia, sugieren los autores.
La esperanza de vida en el mundo desarrollado ha estado aumentando, en gran parte, debido a la reducción de la mortalidad en la vejez, dicen estos científicos, quienes señalan que el crecimiento económico a largo plazo es un factor importante en el mantenimiento de esta tendencia, ya que "la riqueza crea salud". Como muchos países no sólo están en recesión, sino también con un aumento de la proporción de personas mayores en la población, estos investigadores querían saber qué impacto podría tener en la esperanza de vida.
Por lo tanto, analizaron el producto interior bruto (PIB) per cápita, un indicador de la salud de la economía nacional, en 19 países desarrollados de Europa, Escandinavia, América del Norte y Australia entre 1950 y 2008, y luego analizaron las cifras del PIB frente al número de muertes entre los 40 a 44 años y de 70 a 74 años de edad durante el mismo periodo. A largo plazo, un aumento del PIB se asoció con una disminución de las tasas de mortalidad en los 19 países, pero los ciclos económicos de auge y caída relativa descubrieron una historia diferente.
Cuando las economías se expanden, las tasas de mortalidad aumentaron para las personas de mediana edad y mayores, pero cayeron cuando la situación económica tendía a la recesión. En promedio, por cada aumento de un punto porcentual en el PIB, las tasas de mortalidad crecieron un 0,36 por ciento entre la población de 70-74 años de edad, y un 0,38 por ciento entre los individuso de entre 40 a 44 años.
El efecto en las mujeres de la misma edad fue similar, pero mucho más pequeño, aumentando un 0,18 por ciento entre los de 70 años y en un 0,16 por ciento entre los de 40 años. Los autores dicen que la posibilidad de que se deba a un aumento de estrés en el trabajo no afectaría a las personas mayores y el aumento de la contaminación del aire, que se sabe que sube cuando las economías están creciendo, no justificaría las diferencias por género.
En este sentido, señalan que los estilos de vida poco saludables y los accidentes de tráfico aumentan cuando las economías están en buen estado, pero matizan es poco probable que esto explicque plenamente las tendencias. Por contra, los investigadores sugieren que los cambios en el apoyo social pueden ejercer alguna influencia, como que el aumento del empleo podría significar menos tiempo para prestar cuidados a las personas mayores y un estrés elevado entre los cuidadores, un factor que, agregan, habría que explorar más a fondo en vista de la falta de pruebas para corroborar esta teoría.