MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha elaborado una guía básica con información científica y recomendaciones sobre el virus Zika con el objetivo de informar a los profesionales sanitarios y la población general de los riesgos que conlleva su contagio y de las medidas de prevención que pueden tomarse.
Hasta el momento el Ministerio de Sanidad ha confirmado siete casos en España, todos ellos importados de alguno de los países de América Latina donde está presente el virus, entre los que hay una mujer embarazada. Además, el Centro Nacional de Microbiología está analizando 68 muestras de otros posibles infectados, entre los que hay otras cuatro gestantes.
La guía busca dar respuesta a doce preguntas básicas sobre las características del virus, su origen, las vías de transmisión, síntomas, diagnóstico, medidas de prevención de la infección y las complicaciones que puede generar en la salud.
La enfermedad es usualmente leve y, de hecho, sólo una de cada cuatro personas infectadas desarrolla la sintomatología, que se caracteriza por una fiebre leve y exantema (erupción en la piel o sarpullido) que pueden acompañarse de conjuntivitis, dolor muscular o en las articulaciones, con un malestar general que comienza entre 2 y 7 días después de la picadura de un mosquito infectado, según recuerda la guía.
No obstante, explica Francisco Toquero de la Torre, del sector Nacional de Sanidad del sindicato y autor de dicha guía, "existe la posibilidad de un vínculo entre la fiebre del Zika y microcefalia en recién nacidos de madres infectadas".
Para prevenirlo, este experto recuerda que la clave está en reducir las poblaciones de mosquitos que transmiten el virus, de la familia 'Aedes' y evitar las picaduras, que suelen ocurrir principalmente durante el día.
Para evitar la picadura del mosquito en los países afectados se recomienda cubrir la piel expuesta con camisas de manga larga, pantalones y sombreros, usar repelentes y dormir protegidos con mosquiteros.
Además, recuerda que el tratamiento consiste en aliviar el dolor y la fiebre o cualquier otro síntoma que cause molestias al paciente, dado que de momento no hay vacuna o medicamento específico. Y para evitar la deshidratación causada por la fiebre, se recomienda controlarla, guardar reposo y tomar abundante agua.