MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido al Ministerio de Sanidad, como máxima autoridad, y al conjunto de las comunidades autónomas que refuercen la Atención Primaria para afrontar con garantías la inminente fase 1 de desescalada.
Y es que, a su juicio, territorios como Madrid, Barcelona o Castilla y León pasan de fase "con pinzas", con un "aprobado raspado", por el déficit de medios materiales y humanos. En este sentido, ha avisado de que el personal de la sanidad afronta con "incertidumbre y falta de información" la entrada en este nivel de desescalada y temen que se produzca un nuevo foco de contagios por la falta de previsión en este ámbito.
"En Madrid, los centros están lejos de retomar la actividad normal en su gran mayoría y se suple con atención telefónica. Aún no se han recibido instrucciones de desescalada. En Barcelona, aunque destaca la disminución de hospitalizaciones y casos en UCIS, los centros de salud reclaman ahora ese refuerzo teniendo en cuenta además la inminente llegada del verano y el periodo vacacional", ha dicho el sindicato.
Asimismo, prosigue, en Castilla y León, "ni siquiera" se ha negociado el plan de desescalada en Atención Primaria y aunque "no se han facilitado" cifras oficiales "hay constancia de que no se han renovado muchas de las contrataciones" que se realizaron durante la crisis. Los planes de la Junta pasan por la detección precoz de casos sospechosos y reservar centros solo para atender urgencias por COVID.
"Con todo ello, desde CSIF dudamos que se garanticen las exigencias en cuanto a organización del trabajo, material de protección y realización de pruebas. Hay que tener en cuenta que, a partir de ahora, la atención primaria va a tener un papel protagonista para hacer detección, aislamiento y seguimiento de los casos. La Atención Primaria siempre es la puerta de entrada al sistema sanitario de cualquier enfermedad y ahora también lo será del coronavirus", ha añadido la organización sindical.
El pasado 6 de mayo se aprobó la Estrategia de diagnóstico vigilancia, y control en la Fase de Transición de la Pandemia de COVID-19, con la que las personas con síntomas pasan a ser consideradas como caso sospechoso de infección por el nuevo coronavirus, y se indica la realización de las pruebas PCR en las primeras 24. Una medida que, tal y como ha señalado CSIF, en "pocas" comunidades autónomas puede cumplirse ya que "no se han dotado" de las pruebas PCR necesarias, a pesar de haber pasado dos semanas de su aprobación.
Otra cuestión sobre la que el CSIF ha mostrado su preocupación es la situación de las plantillas y los miles de bajas que se han registrado por contagio. "Las plantillas siempre están al límite, más ahora en esta situación de crisis y aunque la presión hospitalaria haya descendido debemos estar preparados ante una posible nueva oleada. Tal y como ha comprobado CSIF en las cifras de la seguridad social, estos meses solo se han realizado 30.000 contrataciones en este ámbito, por lo que nos hemos enfrentado a la crisis con un déficit de 51.800 efectivos", ha añadido.
Además, ha subrado la necesidad de afrontar la lista de espera generada a la de por sí elevada demora en pruebas asistenciales e intervenciones, sin olvidar que las plantillas están exhaustas (hacen falta relevos, coger días libres, festivos y obviamente sus vacaciones cuando llegue el verano).
"Esta crisis ha puesto encima de la mesa también la precariedad de muchos profesionales de la sanidad. Muchos/as profesionales ganan poco más de 1.000 euros, afrontan jornadas superiores a las 8 horas y las contrataciones realizadas estas semanas lo han puesto mucho más en evidencia. Por no hablar de las notables diferencias salariales entre comunidades autónomas", ha zanjado.