MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha asegurado, con motivo de las declaraciones del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que culpa de la parálisis de la sanidad catalana a que vengan de otras provincias a operarse en la comunidad, de que esto se debe a la "falta de inversión" de la Generalitat en políticas sociales y, en especial, en la sanidad pública catalana.
Y es que, tal y como ha recordado el sindicato, Cataluña es la comunidad que más recortes sufrió en gasto social durante la crisis económica. De hecho, la sanidad catalana perdió 2.400 profesionales y más de 1.100 camas hospitalarias durante el gobierno de Artur Mas y sigue seriamente afectada desde aquellos recortes que no han remitido.
"Hoy en día, las comunidades que mantienen un mayor recorte en políticas sociales, en términos porcentuales en estos 10 años, a pesar de la recuperación, son Castilla-La Mancha (15,46%) y Cataluña (19,91%). En Cataluña, el gasto sanitario ha sido en 2018 un 27,5 por ciento inferior al del año 2009, con 3.328 millones de euros menos y sólo invierte un 3,7 por ciento de su producto interior bruto en la sanidad pública, un porcentaje muy inferior a la media del país que se sitúa en un 6,2 por ciento", ha comentado.
Todo ello, apostilla, se traduce en que Cataluña esté a la cabeza en cuanto a listas de espera con 168.108 pacientes y que sufra, "desde hace mucho tiempo", "sobrecarga" en Atención Primaria, "colapso" en Urgencias, cierre de plantas y déficit de personal, lo que evidencia que no se cubren bajas o libranzas, se produzcan "quejas" de profesionales por la presión asistencial, se "pospongan" operaciones y haya agresiones verbales y físicas a personal sanitario.
"Todo ello incide directamente sobre los niveles de calidad que reciben los ciudadanos cuando acuden a los centros de salud, a las urgencias hospitalarias o que se encuentran a la espera de una prueba o intervención quirúrgica y sobre las condiciones laborales de propios facultativos", ha zanjado el CSIF.