MADRID 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El coste medio de la rinitis alérgica es de 1.708 euros por paciente cada año, de los que 584 proceden de los costes directos (gastos farmacéuticos y la utilización de recursos sanitarios) y unos 1.125 de los indirectos (absentismo y reducción de la productividad laboral), según se desprende del estudio Farmaeconomía de la Rinitis (FERIN), presentado este miércoles en Madrid por varios expertos.
"Lo más destacable de nuestros resultados son los abultados costes indirectos, que prácticamente duplican a los costes directos, especialmente a base de la pérdida de productividad laboral, y con mayor incidencia en las formas moderadas y graves de la rinitis alérgica, sobre todo si son persistentes", ha señalado el coordinador del estudio, el doctor Carlos Colás, quien ha lamentado que "la conciencia social sobre este gasto (entre la población) sea muy escasa".
En concreto, en el estudio, promovido por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), han participado 500 pacientes, cuya edad media era de 32 años, y 70 servicios de Alergología. Durante un año, a estos pacientes se les observó su consumo de fármacos e instalaciones sanitarias para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad así como la ausencia de su puesto de trabajo y su impacto en la productividad.
En este sentido, el documento revela que la pérdida de productividad durante los periodos sintomáticos se aproxima al 30 por ciento. En palabras de Colás, las enfermedades como la rinitis alérgica "presumiblemente" menos graves suponen costes "muy altos", superiores a los que ocasionan otras enfermedades más graves, debido a que son procesos "muy frecuentes", al afectar a aproximadamente a una de cada cuatro personas.
Dicho esto, ha señalado que la rinitis alérgica supone que el afectado falte una media de 2,7 días al trabajo cada año y un gasto total de 3.400 millones de euros anuales. Por todas estas razones, ha apostado por fomentar el diagnostico precoz y los buenos tratamientos para abordar la enfermedad.
Por su parte, el presidente de la SEAIC, el doctor José María Olaguibel, ha asegurado que el tratamiento farmacológico de la rinitis alérgica debe adaptarse a cada caso individual. "Actualmente, se dispone de medicamentos tópicos y orales: antihistamínicos, descongestionantes, colirios y corticoides nasales e intranasales", ha precisado.
Igualmente, las vacunas con alérgenos --único tratamiento en la actualidad para tratar la causa responsable de la alergia y alterar la evolución natural de las enfermedades alérgicas-- tiene como objetivo la reducción de los síntomas derivados de la rinitis y el asma.
DOCUMENTO DE CONSENSO
Por otro lado, la SEAIC, Asociación Española de Pediatría (AEP), Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), Sociedad Española de Médicos y Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Además de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL) han elaborado el Consenso de Formación en Rinitis, también conocido como el Proyecto Confor.
En concreto, el documento consta de 52 cuestiones subdivididas en epidemiología, fisiopatología, clínica y exploración, diagnóstico, tratamiento e inmunoterapia específica con alérgenos como tratamiento etiológico de la alergia respiratoria y de la rinoconjuntivitis alérgica.
"El documento respeta el planteamiento inicial de pregunta clínica. Todas las preguntas incluyen un breve argumentario acerca de su interés clínico, un resumen de las evidencias en los artículos valorados destacando las novedades más relevantes y, finalmente, se presenta la conclusión a modo de respuesta", ha señalado, el coordinador del Proyecto Confor, Antonio Valero.
SÍNTOMAS NASALES Y OCULARES
Esta enfermedad, que consiste en la inflamación de la mucosa nasal, cuenta con síntomas, como rinorrea, estornudos, congestión o picor nasal. Además de manifestaciones oculares, como picor, congestión y lagrimeo. Por lo general, los aeroalérgenos interiores (ácaros del polvo y animales domésticos) y exteriores (pólenes y mohos) intervienen en su aparición.
Debido a las condiciones climáticas, existen diferencias regionales entre los alérgenos causantes de la rinitis. "En lo que se refiere a los agentes de interior, los ácaros del polvo experimentan un crecimiento máximo en condiciones cálidas y húmedas. Esta condición también es la responsable de que, en lugares con humedad relativa inferior al 50 por ciento, la alergia a los ácaros sea prácticamente inexistente", ha señalado, por su parte, Olaguibel.
Asimismo, el coordinador de texto ha señalado que la rinitis alérgica tiene mayor prevalencia en las zonas urbanas que en las rurales debido a la simbiosis entre el impacto que ejerce la contaminación sobre el individuo y sobre el alérgeno. Ha asegurado también que, si bien los principales afectados por esta problemática son personas que se encuentran entre los 20 y 30 años, con el paso de los años, se está ampliando a los que tienen entre 60 y 70.