El coste de tratar un ictus en España supera los 27.000 euros durante el primer año

Actualizado: martes, 7 octubre 2014 8:02


MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El coste de tratar un ictus en España supera los 27.000 euros durante el primer año de su aparición, según los resultados de un estudio en 16 hospitales españoles presentados en la LXV reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN) que se acaba de celebrar en Barcelona.

El estudio 'Conoces', patrocinado por Boehringer Ingelheim, evaluó la evolución y costes durante un año de los ictus en pacientes con y sin fibrilación auricular (FA), una de la principales causas de esta accidente cerebrovascular. En concreto, según los resultados, el coste medio de un ictus durante el primer año es de 27.711 euros.

Dos terceras partes de estos costes, más de 18.000 euros durante el primer año, corresponden a cuidados informales, tales como los servicios prestados por no profesionales, que principalmente son familiares. Los costes hospitalarios ascienden a 5.850 euros, un 40 por ciento de los estimados por los sistemas de salud.

"La carga global del ictus no está adecuadamente valorada por la sociedad en su conjunto ni por el sistema sanitario", según ha reconocido el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, José Álvarez Sabín, quien recuerda que este coste supera a otras enfermedades como el Alzheimer u otras demencias.

En cuanto a la calidad de vida de los pacientes, los datos de estudio revelan que existe una dependencia muy acusada de los pacientes tras sufrir un ictus.

Esta se da en mayor medida en los pacientes con fibrilación auricular, provocando una mayor sobrecarga de los cuidadores, lo que significa que esta enfermedad afecta tanto al cuidador como al paciente. De hecho, hasta tres de cada 10 cuidadores se vieron forzados a abandonar su trabajo.

Ante este elevado coste y afectación de la calidad de vida, el doctor Álvarez Sabín ha insistido en que la prevención del ictus es fundamental, para lo que actualmente existen fármacos que "indicados de forma correcta" pueden reducir la incidencia de ictus, tanto isquémicos como hemorrágicos.