Costa Rica.- El dengue disminuye un 70% y la malaria un 20% en 2006, según la ministra de Sanidad

Actualizado: martes, 9 enero 2007 11:29

SAN JOSÉ 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los casos de dengue y malaria disminuyeron en Costa Rica casi el 70 por ciento y el 20 por ciento respectivamente, según datos que dio a conocer la ministra de Salud costarricense, María Luisa Ávila.

En cuanto al dengue, Avila lamentó que se haya presentado en los últimos días del año la única muerte del 2006 por dengue hemorrágico. El paciente, un hombre de 72 años, falleció el 25 de diciembre. En el 2005 murieron dos personas por la misma enfermedad.

Los casos de dengue pasaron de 37.798 en el 2005 a 11.922, mientras los de malaria de 3.350 a 2.690 en el mismo periodo, de acuerdo a los datos iniciales del ministerio.

"No estamos tranquilos con este logro porque luego cuesta mucho más mantenerlo y por eso nos mantendremos en alerta. Tenemos un plan de acción para el 2007 concentrado en la región de Guanacaste --al norte del país-- donde hay que tomar mayores medidas porque es la región donde no ha bajado el número de casos", manifestó Avila.

La ministra explicó que el descenso se debió a una mejor coordinación entre el ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social y los ayuntamientos, así como a las campañas de prevención y a agentes externos como la reducción en las lluvias, cuando esperaban un aumento del 10 por ciento en la cantidad de precipitaciones.

En cuanto a la malaria, en noviembre las autoridades tuvieron que decretar una alerta sanitaria en Matina, en la provincia caribeña de Limón, por un brote del mal del tipo "falciparum", que es altamente peligroso para la vida.

Avila reconoció que se trató del brote más importante de los últimos 10 años, pero destacó que pasaron de atender tres casos por día, a uno cada tres días, aproximadamente.

En los últimos años el país no ha tenido muertes por malaria, una enfermedad causada por un parásito que se transmite a través de la picadura del mosquito Anofeles infectado. Se trata de la enfermedad más mortal de todas las enfermedades parasitarias tropicales.