Hasta 240.000 personas podrían morir en el país
MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha avisado este martes de que el país norteamericano se enfrentará a "dos semanas muy difíciles" en el marco de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus.
"Quiero que todos los americanos estén preparados para los días duros que se avecinan. Vamos a pasar dos semanas muy difíciles", ha señalado Trump durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus.
Sin embargo, el mandatario ha expresado su esperanza de que Estados Unidos pueda ver "luz al final del túnel" al cabo de esas dos semanas, según ha recogido la cadena de televisión CNN.
"Y después, con suerte, como los expertos predicen, como creo que muchos de nosotros pronosticamos, después de haberlo estudiado tanto, comenzaremos a ver algo de luz real al final del túnel", ha agregado. "Pero estas serán unas dos semanas muy dolorosas, muy, muy dolorosas", ha insistido.
En este contexto, el dirigente estadounidense ha admitido que el Covid-19 es más "cruel" que la gripe, a pesar de que ha afirmado lo contrario varias veces en el pasado. "No es la gripe. Es cruel", ha reconocido Trump, al tiempo que ha mencionado a un amigo personal que se encuentra en coma a causa del coronavirus.
El mandatario estadounidense ha sugerido que los ciudadanos del país usen "bufandas" en lugar de mascarillas para protegerse de la propagación del coronavirus.
"Mucha gente tiene bufandas y puede usarse una bufanda. Una bufanda sería muy buena", ha detallado, antes de precisar que se están fabricando "millones y millones de mascarillas", pero que deben destinarse a los hospitales.
"Queremos que vayan a los hospitales (...) No queremos que todos compitan con los hospitales donde realmente se necesitan", ha explicado, aunque ha dicho que podría "no ser mala idea" que los estadounidenses utilicen algún tipo de cobertura facial, al menos durante algún tiempo.
Por otra parte, Trump ha defendido la capacidad de Estados Unidos para realizar pruebas diagnósticas del coronavirus, a pesar de que los profesionales sanitarios del país norteamericano han asegurado que no pueden llevarlas a cabo a todas las personas que las necesitan.
"Estamos haciendo más que nadie en el mundo, con mucha diferencia. Estamos probando pruebas muy precisas, estas son pruebas que funcionan", ha detallado. En este sentido, ha asegurado que Estados Unidos cuenta "ahora" con una "nueva prueba, que se implementará mañana o al día siguiente" y que sólo tarda "unos minutos" en mostrar el resultado. "Y es un resultado muy preciso", ha remachado.
Asimismo, Trump ha aludido a la demanda de respiradores para responder al Covid-19, y ha indicado que hay reservados casi 10.000 de ellos porque "la oleada está llegando".
"También estamos frenando un poco. Tenemos casi 10.000 respiradores que tenemos listos para usar. Tenemos que contenerlos, porque el aumento está llegando y está llegando bastante fuerte y queremos poder moverlos inmediatamente", ha especificado.
DE 100.000 A 240.000 MUERTES
Por su parte, el principal responsable científico en la lucha contra el coronavirus en Estados Unidos, Anthony Fauci, ha afirmado que el país debe prepararse para una realidad en la que mueran de 100.000 a 240.000 estadounidenses a consecuencia del Covid-19.
"A pesar de lo aleccionador que es ese número, deberíamos estar preparados para ello. ¿Va a ser tanto? Espero que no, y creo que cuanto más retrocedamos en la mitigación, menor será la probabilidad de que ese número sea real", ha apuntado Fauci, al tiempo que ha hecho hincapié en que, no obstante, "tenemos que prepararnos para que eso sea lo que veremos".
Así, ha incidido en que no "aceptan" esa cifra, por lo que ha asegurado que las autoridades harán "todo lo posible" para que la cifra sea más baja. "Esto es lo que hay que anticipar, pero eso no significa que lo vamos a aceptar", ha zanjado Fauci en la Casa Blanca.
Estados Unidos ha registrado más de 3.800 muertes y más de 188.000 casos de coronavirus hasta el momento, según la recopilación de la Universidad Johns Hopkins. La pandemia de Covid-19, originada en la ciudad china de Wuhan, ha dejado más de 42.000 muertos y la cifra de afectados sobrepasa los 857.000 a nivel global.