BRUSELAS, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Bélgica, Sophie Wilms, ha anunciado este lunes que las cifras sobre la presencia del coronavirus en el país son "preocupantes" y obligan a imponer nuevas restricciones, como reducir a cinco el número máximo de personas del círculo social de cada hogar y la prohibición de ir acompañado a las compras, con el objetivo de contener la tendencia al alza y "evitar un reconfinamiento generalizado" en las próximas semanas.
"Actuamos ahora con firmeza para evitar tener que volver a un reconfinamiento generalizado y no poner en riesgo la vuelta a los colegios en septiembre", ha asegurado Wilms en una rueda de prensa en Bruselas, al término de un Consejo Nacional de Seguridad extraordinario para analizar la situación.
El uso de la mascarilla se hace obligatorio en más lugares y circunstancias --por ejemplo en eventos y el tránsito en zonas comerciales o muy transitadas--, pero las autoridades evitan una imposición generalizada porque, ha dicho Wilms, sería complicado hacerla cumplir y porque hay situaciones en las que cree que no tendría sentido.
También se insiste en que el teletrabajo debe ser la opción primera en las empresas para evitar desplazamientos innecesarios y favorecer la distancia social, al tiempo que se suspenden medidas anunciadas durante la desescalada, como la oferta gratuita de viajes en tren para reactivar el turismo.
Además, se da marcha atrás en el plano comercial y en la celebración de eventos, de modo que no se podrá ir acompañado cuando se va de compras --con excepciones para menores de doce años y personas dependientes-- y el aforo de los eventos se reduce a la mitad, quedando en un máximo de cien personas si es en espacios cerrados y de 200 si la convocatoria es al aire libre. En todos estos casos será obligatorio llevar mascarilla.
De este modo se imponen normas que dan marcha atrás en el relajamiento de las medidas de contención que se impusieron durante el auge de la pandemia, en un momento en el que expertos y autoridades admiten "preocupación" por la tendencia al alza tanto en el número de contagios (+ 71%) como en el de hospitalizaciones (+ 30%).
En cualquier caso, el Consejo Nacional de Seguridad, del que forman parte autoridades federales, regionales y locales, ha evitado decisiones más drásticas como la opción de confinar lugares en donde las cifras de nuevos casos son más alarmantes, como es el caso de Amberes, una posibilidad que se ha evocado en los medios belgas en los últimos días.
La situación en Amberes, en donde se han registrado casi la mitad de los nuevos contagios de la última semana, "preocupa especialmente", según ha dicho Wilms, si bien la primera ministra ha llamado la atención sobre el hecho de que el rastreo ha permitido identificar que los focos proceden de violaciones de cuarentenas obligatorias o de celebraciones y no entre la población en general.
Según los últimos datos publicados por las autoridades, en Bélgica han sido diagnosticados una media de 278,9 nuevos casos cada día de la última semana y han necesitado hospitalización una media de 17,4 pacientes durante el mismo periodo. Un total de 211 personas permanecen ingresadas, de las que 47 se encuentran en cuidados intensivos.
En total, 66.026 personas han dado positivo en la prueba de coronavirus en Bélgica desde que el país empezó a llevar un registro a mediados de marzo, 18.106 han necesitado ser hospitalizados y al menos 9.821 enfermos contagiados han fallecido.