SEVILLA 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Salud activó hoy la fase naranja de alerta de riesgo por altas temperaturas en Córdoba y Sevilla, en previsión de que, según los datos aportado por el Instituto Nacional de Meteorología, entre hoy y el próximo día 12 se registren índices en estas provincias que superen los umbrales fijados para este nivel de alerta, aunque sin llegar a producirse una ola de calor, según informó el departamento que dirige María Jesus Montero.
Con todo, la Consejería del ramo precisó que el resto de las provincias andaluzas se mantienen por ahora en la fase verde del plan, aunque también registren un incremento de temperaturas.
La activación de un determinado nivel de alerta responde al análisis, realizado por el Instituto Nacional de Meteorología, de las previsiones de temperaturas para cada día y durante los cuatro días siguientes. Además, estos datos se notifican a nivel provincial, de modo que puedan activarse los servicios y recursos correspondientes oportunos en cada momento.
Por este motivo, Salud aclaró que la previsión del descenso de temperaturas también puede conducir a la desactivación de un nivel concreto. Aún con todo, este departamento recomendó a la población el seguimiento de sencillas medidas preventivas de hidratación y alimentación, intensificando la cautela en ancianos, niños y enfermos crónicos, por ser éstos los grupos de mayor riesgo.
En concreto, la activación de la fase naranja se traduce en actuaciones localizadas para informar a los grupos de población más vulnerables en esta provincia y tener preparados los dispositivos sanitarios y asistenciales previstos en el plan, a través de la coordinación con los diferentes organismos implicados. Estos dispositivos se pondrían en marcha si se llega a la fase roja, que haga necesaria la intervención para proteger a las personas con más riesgo.
Andalucía dispone de un censo actualizado de los ancianos y pacientes frágiles, a los que la Junta realizará un seguimiento periódico para conocer su estado de salud en los momentos de mayor aumento de las temperaturas en verano.
Se trata de personas mayores de 65 años de edad y pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está muy debilitado por padecer una patología crónica de riesgo como insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus.
Dentro de estos grupo también se encuentran las personas que toman un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor, como psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos, a lo que se suma en muchos casos no disponer de condiciones de habitabilidad adecuadas para protegerse del calor.
Por ello, las enfermeras de enlace y de familia que trabajan en las provincias de Córdoba y Sevilla han iniciado una labor de seguimiento activo para comprobar el estado de salud de estas personas, prevenir la aparición de posibles signos y síntomas relacionados con las altas temperaturas, y ofrecerles consejos sobre cómo evitar y controlar el calor, especialmente sobre la dieta y los hábitos que deben seguir.
De estas personas más vulnerables ante el calor, existe un grupo considerado como población de máximo riesgo porque, además de estar inmovilizadas y de vivir solas en condiciones no adecuadas para afrontar el calor, tienen dos o más enfermedades y toman varios fármacos que pueden influir en su adaptación al calor.
Para estos ciudadanos de especial vulnerabilidad existe un sistema permanente de control, a través del servicio Salud Responde, que permite a los profesionales sanitarios mantener contacto telefónico periódico con estas personas, llegando incluso a varias veces al día si la situación lo aconseja.
Este año, como novedad, se realizará un seguimiento telemático de estos pacientes frágiles gracias a una novedosa aplicación informática, pionera a nivel nacional, que permite recoger sus datos clínicos y sociológicos y detectar precozmente posibles problemas de salud.
NIVELES DE ALERTA
La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía activó el Plan de prevención ante una posible ola de calor el pasado día 1 de junio, en consonancia con las actuaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad. Atendiendo a esta información se establecen cuatro niveles de intervención con objeto de adaptar en mayor medida los recursos a las temperaturas registradas.
Así, se establece un nivel 0 ó verde, que se mantendrá mientras no se superen los umbrales establecidos como ola de calor; un nivel amarillo o de bajo riesgo, que se activará cuando durante uno o dos días se superen estos límites; un nivel naranja o de riesgo medio, que se activará cuando se superen las temperaturas máximas durante tres o cuatro días; y un nivel rojo o de riesgo elevado, cuando las temperaturas se superen durante cinco días.