VALENCIA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los riesgos físicos más frecuentes que pueden padecer los costaleros son contracturas cervicales y de espalda, así como sobrecarga en las articulaciones del hombro en el que recaiga el peso y en las piernas, al sujetar más peso del normal, según Javier Montañez profesor del Departamento de Atención Sanitaria, Salud Pública y Salud Animal de la Universidad CEU Cardenal Herrera de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
La participación en los actos del programa de Semana Santa, con largas horas soportando el peso de los pasos o tirando de ellos, así como su seguimiento a pie de calle, pueden causar lesiones y dolores musculares fáciles de prevenir con sencillos hábitos.
Se recomienda realizar estiramientos cervicales de forma repetida, a lo largo del día para preparar la zona, ya que una articulación caliente y bien estirada soportará mejor las cargas. Entre los ejercicios recomendados están rotar suavemente el cuello formando círculos, estirarlo hacia delante, hacia detrás y a ambos lados. De la misma manera, para paliar el daño en los hombros de los costaleros es recomendable realizar ejercicios de estiramientos de brazos.
Durante el recorrido, en caso de ser posible, es muy recomendable cambiar la carga del hombro en un determinado momento, situándonos en el lugar del compañero del lado. De esta forma se conseguiría repartir el peso de forma más equitativa y no forzar de manera brusca una única parte del cuerpo.
Estos mismos estiramientos deben realizarse una vez finalizadas las procesiones "para relajar los tejidos agarrotados y mitigar la sensación de dolor", continúa Montañez.
Otras consideraciones a tener en cuenta señaladas por el fisioterapeuta de la Universidad CEU Cardenal Herrera son, por ejemplo, en relación a la marcha de paseo que, al no ser la marcha del paso habitual, "los grupos musculares no trabajan como lo hacen normalmente y se sobrecargan con la consecuente aparición de tendinopatías".
Por esta razón, a los costaleros que vayan tirando de los pasos e imágenes, se les recomiendan llevar zapato plano con algo de tacón, de aproximadamente tres centímetros que permiten que el cuerpo distribuya mejor la carga que ha de soportar. Si está permitido, es preferible calzar zapatillas deportivas que zapato, ya que la movilidad que tiene el pie es mayor y la suela de goma amortigua mejor el golpe del talón con el suelo.
SE RECOMIENDA USAR FAJAS.
Asimismo se aconseja la utilización de fajas que mantengan caliente y estabilicen la columna vertebral, por ser la parte del cuerpo que más peso soporta. Y para evitar el contacto del anda con el hombro, hay que asegurar que "las almohadillas de goma espuma estén en buenas condiciones para amortiguar adecuadamente el roce de los tejidos óseos más superficiales con la madera", apuntó Montañez.
Después del ejercicio, y para atenuar sus consecuencias, se aconseja "la aplicación de frío en las articulaciones y de calor en los músculos, mediante hielo en bolsas o envuelto en un trapo, manta eléctrica o una bolsa de agua".
Para los que vayan a estar a pie de calle, siguiendo las procesiones, Eva Segura, profesora del Departamento de Atención Sanitaria, Salud Pública y Salud Animal de la Universidad CEU Cardenal Herrera recomienda utilizar "calzado cómodo, de tacón bajo y de horma ancha, para que el tobillo permanezca estable".
Para los que porten velas en las procesiones, Eva Segura recomienda cambiarla de vez en cuando de mano para repartir el peso. Realizar los estiramientos aconsejados para el cuello, hacer estiramientos de codo o intentar a lo largo de la procesión descargarse por un momento del peso, es lo más apropiado declara Eva Segura, del CEU Cardenal Herrera.