MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La exposición a niveles elevados de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono (03) se asocia a un aumento del riesgo de asma y neumonía en los niños, sin embargo el lugar en el que se determinan los contaminantes influye en los resultados, según recoge el estudio 'Los contaminantes atmosféricos urbanos son factores de riesgo significativos para el asma y la neumonía en niños: influencia del lugar de medición de los contaminantes', publicado en la Revista 'Archivos de Bronconeumología' de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
"Los niños son más sensibles a los contaminantes atmosféricos, con unas necesidades de ventilación por peso corporal superiores a las de los adultos, tanto en reposo como durante el ejercicio. Los pacientes infantiles con asma presentan un aumento de la morbilidad respiratoria cuando están expuestos a material particulado (PM), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono y ozono (03)", ha explicado el doctor Ramón Fernández, coordinador del Área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional (EROM) de la SEPAR.
En concreto, el estudio -- realizado en la zona de las favelas de Sao Paulo (Brasil)-- recoge que la exposición a los niveles de concentración máximos de dióxido de nitrógeno y ozono atmosféricos representa una asociación significativa con una mala salud respiratoria y con un aumento de la presencia de sibilancias, asma y neumonía en niños de zonas poco favorecidas.
Los resultados también muestran que las determinaciones realizadas en el interior del NO2 y las determinaciones personales del 03 son métodos de gran sensibilidad para evaluar estas asociaciones en los niños. Así, en una población de niños de zonas poco favorecidas económicamente y expuestos a un tráfico automovilístico intenso, los contaminantes atmosféricos son factores de riesgo independientes para la morbilidad respiratoria si se aplica una monitorización apropiada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 2 millones de muertes prematuras anuales son atribuibles a la contaminación del aire, de las que la mitad de ellas se dan en los países en desarrollo. La contaminación atmosférica se asocia a una considerable carga para la salud humana en todo el mundo, sin embargo, los factores tóxicos más relevantes pueden diferir en función de la localización.
No obstante, según recoge el estudio, con el empleo de técnicas sencillas y de bajo coste, puede medirse con exactitud la repercusión de los contaminantes atmosféricos del tráfico en el asma y la neumonía en los niños, con un margen muy ínfimo de error.