BRUSELAS, 4 May. (Europa Press/Sonia Garde) -
El consumo moderado de cerveza (una lata para las mujeres y dos para los hombres por día) tiene un efecto beneficioso sobre la salud, ya que se ha demostrado que reduce los eventos cardiovasculares y la posibilidad de sufrir infecciones al potenciar el sistema inmune, y también tiene propiedades que pueden participar en la quimioprevención del cáncer.
Asimismo, esta bebida favorece la función cognitiva, agilizando significativamente la mente, frente a los abstemios, según los resultados de varios estudios divulgados hoy durante el IV Simposio Europeo sobre Cerveza y Salud, celebrado en Bruselas (Bélgica).
Durante el simposio, el doctor Ramón Estruch, del Hospital Clínic de Barcelona, aseguró que el consumo de bebidas de bajo grado de alcohol como la cerveza reduce significativamente la mortalidad global y la respectiva a los eventos cardiovasculares, y disminuye la incidencia de infarto de miocardio por el alto poder antioxidante y antiinflamatorio de ciertos compuestos (polifenoles). Además, su ingesta baja la presión arterial, mejora el perfil lipídico, y reduce la inflamación de las arterias y la coagulación de la sangre, indicó.
No obstante, este experto insistió en que "al hablar de consumo moderado se tiene en cuenta dos unidades de cerveza en el caso de las mujeres y 4 en el de los varones, como máximo". Sin bien, esta bebida se debe acompañar de la comida y "no es aconsejable beber diariamente", sino "manteniendo hábitos saludables", dijo.
Por su parte, la profesora Ascensión Marcos, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) señaló que "a pesar de que es cierto que el consumo de alcohol excesivo deprime el sistema inmune, se ha demostrado que beber cerveza de forma moderada por adultos sanos puede mejorar la respuesta inmune contra patógenos externos y disminuye el riesgo de patologías infecciosas y de carácter inflamatorio como las alergias, la fibromialgia y la esclerosis, entre otras.
En concreto, su investigación, realizada en una muestra de más de 50 personas, concluyó que el consumo moderado de cerveza durante 30 días favoreció un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos) y linfocitos, produciendo un efecto de inmunomodulación que parecía ser más relevante entre las mujeres. En cualquier caso, precisó que "hay que seguir investigando para determinar los ingredientes de la cerveza que son los responsables de los beneficios de la salud registrados en humanos".
PARTE DE UNA DIETA SANA
Según la profesora Marcos, tampoco es cierto que el consumo moderado de cerveza induzca un aumento de peso, ni una disminución, "simplemente se mantiene". Esta afirmación también fue defendida por el profesor Arne Astrup, del Departamento de Nutrición Humana de la Universidad RVA de Copenhague (Dinamarca), ya que afirmó que se ha descubierto que el consumo de alcohol está inversamente relacionado con la prevalencia del síndrome metabólico en ambos sexos, y que la asociación permanece al tener en cuenta otros factores relacionados.
En este sentido, el doctor Jean Michel Lecerf, del Instituto Pasteur de Lille (Francia) calificó a la cerveza de "alimento líquido" e insistió en que su consumo moderado tiene lugar en una dieta sana, ya que aporta carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Asimismo, los expertos apuntaron que la ingesta moderada de bebidas fermentadas se asocia a una reducción del riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, y en concreto, el silicio (contenido en la cerveza) previene la osteoporosis, puesto que este mineral favorece la formación de masa ósea.
FRENTE AL CÁNCER Y MÁS AGILIDAD MENTAL
En el simposio, el doctor Norbert Frank, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer de Heidelberg, manifestó que "uno de los flavonoides presentes en la cerveza (xanthoumol) ejerce un papel antioxidante muy importante, incluso mayor que el de la vitamina E, ya que tiene capacidad de inhibir una familia de enzimas que puede activar el proceso cancerígeno".
Asimismo, sostuvo que sus trabajos indican que esta sustancia en concentraciones muy bajas evita las fases iniciales de carciogénesis en las glándulas mamarias de ratones de laboratorio". En este sentido, concluyó que los constituyentes del lúpulo son "muy prometedores" en el tratamiento de los tumores.
Por otra parte, el profesor Manfred Walzl, de la Universidad de Graz (Austria) aseguró que los estudios epidemiológicos muestran que el consumo moderado de alcohol reduce el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico, así como de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer. En esta línea, apuntó que los que beben dos vasos de cerveza al día tienen una agilidad mental significativamente mejor que los abstemios.
Según un estudio estadounidense, realizado con una muestra de 12.480 mujeres, las que bebieron cerveza moderadamente obtuvieron mejores puntuaciones cognitivas frente a las abstemias. Además, se ha descubierto que los que beben cerveza de forma moderada "son más felices, se suicidan menos, tienen menos quejas sobre la salud, menos bajas laborales, hospitalizaciones y mejor recuperación de enfermedades".
En cualquier caso, todos los ponentes coincidieron en señalar que "el consumo en exceso de alcohol es malo, ya que se relaciona con múltiples patologías", por lo que se debe lanzar un mensaje de moderación y equilibrio, que dependerá del tamaño, peso, susceptibilidad genética, estilo de vida y edad de cada persona. Los niveles protectores y perjudiciales de consumo de alcohol no pueden generalizarse, pero sí que se puede determinar individualmente en la consulta del médico de cabecera, concluyó Walzl.
CONSUMO EN ESPAÑA
En concreto, los españoles consumieron 2.495,92 millones de litros de cerveza en 2004, lo que supuso un consumo per cápita de 59,1 litros y un aumento del 6 por ciento con respecto al año anterior, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
"Este consumo es muy moderado en comparación con los países del resto de Europa, a pesar de ser el tercer productor de la UE y de que se trata de una bebida muy vinculada a la cultura mediterránea", según manifestó Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España, quien destacó la evolución ascendente del consumo de cerveza sin alcohol, hasta lograr unas ventas del 8 por ciento del total.