VALENCIA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las personas que consumen cocaína de forma habitual --un 3,1% de los españoles entre 15 y 64 años-- tienen menor cantidad de materia gris en el cerebro que aquellas que no prueban esta droga o lo hacen sólo de forma esporádica y cuentan con dificultades a la hora de tomar decisiones.
Así lo indicado este viernes el profesor de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada Antonio Verdejo, en el curso 'La adicción, una enfermedad', que han clausurado en la sede valenciana de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la directora del centro, María Antonia García Benau; la jefa del Servicio de Gestión de la Dirección General de Drogodependencias de la Generalitat, Mª Jesús Mateu; y el profesor de Anatomía de la Universidad Católica de Valencia y secretario del curso, Jorge Miguel Barcia.
Verdejo, que ha hablado del déficit neuropsicológico asociado al consumo de cocaína, se ha referido a un estudio comparativo realizado entre consumidores "recreativos" --cocaína consumida los fines de semana-- y adictos a esta droga.
De la investigación se concluye que, a diferencia de los adictos, los consumidores recreativos presentan en su conducta un mayor nivel de urgencia positiva, es decir, que "sólo consumen cuando se sienten bien". En cambio, en un estado de adicción, el consumo de la droga se asocia a "emociones negativas" y la cocaína se concibe como un instrumento para lograr un "falso equilibrio" y aliviar el malestar, en vez de verse como una "fuente de bienestar".
En este sentido, Antonio Verdejo ha explicado que el abuso de la cocaína conlleva un deterioro de la corteza prefrontal del cerebro y, como consecuencia, aumenta la dificultad "para manejar la información afectiva en la toma de decisiones", por lo que el sujeto se muestra más "impulsivo" y no es capaz de anticipar las consecuencias.
"La etapa más crítica es la de la adolescencia" ya que, a esa edad, "el cerebro no es del todo maduro, tiene una mayor capacidad para absorber sustancias tóxicas y presenta rasgos conductuales que conducen al consumo de drogas, como mayores grados de susceptibilidad y de búsqueda de recompensa", ha manifestado el experto.
Por otro lado, el director de la Unidad de Investigación Psicobiologica de las Drogodependencias de la Universitat de València, José Miñarro, que también ha participado en el curso, ha aseguraedo que las condiciones sociales y ambientales negativas que rodean a un adicto en proceso de desintoxicación, incrementa de forma notable las posibilidades de recaer en el consumo de drogas.
"Los estímulos estresantes activan las memorias emocionales negativas asociadas al consumo de drogas, por lo que el sujeto vuelve a sentir la necesidad de consumir", ha explicado Miñarro.