MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consumo de cannabis a largo plazo aumenta el riesgo de psicosis en jóvenes, según sugiere un estudio del Instituto Cerebral de la Universidad de Queensland en Australia que se publica en la revista 'Archives of Psychiatry'.
La investigación muestra que los adultos jóvenes que han utilizado cannabis o marihuana durante un periodo largo de tiempo parecen más propensos a tener alucinaciones o ilusiones o a reunir los criterios de psicosis.
Los científicos, dirigidos por John McGrath, estudiaron a 3.081 jóvenes adultos nacidos entre 1981 y 1984. Cuando los participantes tenían una media de 20,1 años, se les preguntó sobre su consumo de cannabis en los recientes años y fueron evaluados siguiendo varias medidas sobre síntomas psicóticos como entrevistas diagnósticas, un inventario sobre ilusiones y aspectos que identificaban la presencia de alucinaciones.
El 17,7 por ciento de los participantes decían haber consumido cannabis durante tres o menos años, el 16,2 por ciento de ellos entre cuatro a cinco años y el 14,3 por ciento durante seis o más años. En total, 65 participantes del estudio recibieron un diagnóstico de 'psicosis no afectiva', como esquizofrenia, y 233 tuvieron menos de un aspecto positivo sobre alucinaciones en la entrevista de diagnóstico.
Entre todos los participantes, una duración más larga desde la primera vez que consumieron cannabis se asoció con múltiples aspectos asociados a la psicosis. Los resultados mostraron que en comparación con aquellos que nunca habían tomado cannabis, los adultos jóvenes que habían comenzado a consumirlo hacía seis o más años eran dos veces más propensos a desarrollar psicosis no afectiva y cuatro veces más propensos a tener puntuaciones más altas en las medidas de ilusiones.
Según los investigadores, existía una relación de 'dosis-respuesta' entre las variables de interés: a mayor tiempo desde el primer consumo de cannabis, mayor era el riesgo de síntomas asociados a la psicosis.
Además, los autores examinaron la asociación entre el consumo de cannabis y los síntomas psicóticos entre un subgrupo de 228 parejas de hermanos. La asociación persistió en este subgrupo, reduciendo la probabilidad de que la asociación se debiera a influencias compartidas genéticas y/o ambientales no medidas.
Según señalan los investigadores, la naturaleza de la relación entre psicosis y consumo de cannabis no es simple. Los individuos que habían experimentado alucinaciones pronto en la vida eran más propensos a haber consumido cannabis más tiempo y a consumirlo de forma más frecuente.
Para los autores esto demuestra la complejidad de la relación: aquellos individuos que eran vulnerables ante la psicosis eran más propensos a comenzar el consumo de cannabis, lo que podría posteriormente contribuir a un mayor riesgo de conversión a un trastorno psicótico no afectivo.