MADRID 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director farmacéutico de Laboratorios Quinton, Juan Alberola, ha alertado de los peligros que entraña consumir agua de mar directamente sin un proceso de filtrado, al estar vínculado con la degeneración del sistema nervioso y respiratorio e, incluso, con el cáncer, con motivo del Día Mundial del Agua, que tiene lugar este viernes.
Y es que, recientemente, han aparecido publicaciones en las que se mostraba a individuos bebiendo agua directamente de las playas. Por ello, la compañía recuerda la importancia de realizar un protocolo de recogida y envasado que garantice la calidad del agua y la ausencia de productos químicos y bacteriológicos.
En primer lugar, este experto ha explicado a Europa Press la importancia de que el agua de mar sea captada en un "lugar apropiado". Pues, si se hace en la misma costa, está sujeta a "múltiples fuentes de contaminación", como los emisarios submarinos de aguas fecales y los contaminantes químicos.
Mientras que, si procede de alta mar, "estos contaminantes no existen teóricamente". No obstante, la empresa que este experto representa recoge el agua de mar y, luego, es sometida a controles químicos. El objetivo es analizar la presencia de metales, como el mercurio, que "aunque en pequeñas dosis pueden ser extremadamente tóxicos, "hay que descartar que no haya ninguno de ellos en cantidades perjudiciales para el hombre".
El agua de mar debe ser recogida en unos puntos concretos llamados Vortex mediante un barco especialmente adaptado para tal fin. Una vez recogida, el agua debe ser transportada en camiones frigoríficos hasta las instalaciones de un laboratorio, donde debe ser analizada, mezclada con agua de fontana, microfiltrada en frío y envasada.
Así, durante el proceso, el agua de mar tiene que pasar en el laboratorio por un minucioso control para evitar la contaminación de los mares que incluya búsqueda de pesticidas (carbamatos, organofosforados o tiofosforados); búsqueda de derivados del petróleo y materiales pesados (plomo, arsénico, mercurio, cadmio, cromo); iones (clorudos, sodio, potasio, magnesio, controles fisicoquímicos, ph, salinidad, conductividad) y búsqueda de radioactividad.
En relación a las enfermedades que aparecen a consecuencia de la ingesta de estos metales, este experto ha aclarado que, si bien pueden aparecer enfermedades degenerativas del sistema nervioso y respiratorio así como enfermedades de tipo óseo e, incluso, cáncer, muchas veces, se desconoce el origen de su aparición.
En general, Alberola ha explicado que el agua de mar para consumo contiene los minerales necesarios para el buen funcionamiento de las células, al regenerarlas y devolverlas su vitalidad.
Desde Laboratorio Quinton, puntualizan que estos tratamientos no pretenden curar enfermedades sino restablecer las condiciones de homeostasis necesarias para que el organismo reaccione adecuadamente y pueda superar mejor las patologías que le afecten.