MADRID 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio español financiado por el Instituto de Salud Carlos III ha confirmado el efecto protector del lavado de manos para evitar ingresos hospitalarios por gripe A (H1N1), que se originó durante el brote epidémico del año 2009.
En concreto, y tras analizar los resultados, los científicos recomiendan el lavado de manos "al menos 5 veces al día", siendo aún más positivo realizarlo "diez veces o más". También se ha detectado un efecto protector frente al ingreso hospitalario por gripe en el lavado de manos "después del contacto con superficies potencialmente contaminadas", explican.
Este trabajo, que se ha extendido durante tres años en el tiempo y que ha contado con unos recursos de 865.532 euros, ha estado liderado conjuntamente por los Centros de Investigación Biomédica en Red del Instituto de Salud Carlos III de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el de Enfermedades Respiratorias (CIBERES).
Para llegar a esta conclusión, los 130 investigadores participantes han estudiado a más de 1.500 pacientes de gripe pandémica A (H1N1) que tuvieron la enfermedad en el año 2009 y que estuvieron ingresados en 36 hospitales. Los resultados han sido publicados "en revistas científicas de primer nivel", indican desde el Ministerio de Sanidad.
En concreto, 'Factores de riesgo de hospitalización por gripe A(H1N1)2009 y efectividad de intervenciones farmacológicas y no farmacológicas en su prevención. Estudio de casos y controles' ha analizado "la eficacia del uso de antivirales en las primeras 24 ó 48 horas de aparición de los síntomas, el papel de las vacunas antigripales en el control de la expansión del virus y l os antecedes de vacunación y su posible efecto protector frente al virus para evitar la hospitalización", indican los expertos.
LOS DIABÉTICOS TUVIERON PEOR PRONÓSTICO
Además, se ha analizado "la eficacia de las medidas no farmacológicas, como el lavado de manos en la disminución de la hospitalización y el posible papel preventivo de complicaciones de la vacuna antineumocócica 23 valente en las personas afectadas, puesto que la neumonía por streptococcus pneumoniae es una infección bacteriana que pude darse en personas infectadas por el virus de la gripe", señalan.
Todo ello ha llevado a los científicos a concluir, por otra parte, que "tener diabetes o estar siendo tratado con corticoides se asociaron con un peor pronóstico" durante el tratamiento. En este sentido, indican que se consideran "factores asociados a la hospitalización por gripe pandémica" el bajo nivel educativo y la pertenencia a algunas minorías étnicas, la obesidad, las neoplasias hematológicas, la enfermedad cardiaca crónica, la EPOC y las enfermedades neurológicas".
Añadido a ello, demuestran que las hospitalización más frecuente en niños se dio "en los menores de dos años y en aquellos con enfermedades crónicas neurológicas, neuromusculares, pulmonares y en pacientes cuyos padres tenían un menor nivel de estudios". Sin embargo, confirman que la vacunación frente la gripe pandémica fue un factor protector "ante el desarrollo de neumonía grave".
Por otro lado, observan que, aunque la vacunación pandémica fue baja (4,9% en los casos hospitalizados y 12,8% en los controles), ésta fue "altamente efectiva" en la prevención de la hospitalizaciones por gripe A, tanto en personas de 18 años y más (74%), como en las personas de 65 años y más (78%). Además, la vacunación antineumocócica polisacárdida 23 valente y antigripal, "alcanzaron una efectividad superior al de la vacuna antigripal sola en pacientes mayores de 65 años".
Los expertos descubren también que la efectividad de la vacuna antineumocócica conjugada para prevenir la hospitalización en la ola pandémica 2009-2010 "fue de 48 por ciento" en niños menores de cinco años. Por último, concluyen que la dosis inyectable "fue la principal medida para prevenir casos de gripe, reduciendo el riesgo en un 87 por ciento".